¡Ojo!, que Aprilia va en serio
Se codean con la poderosa Ducati y sus seis pilotos. Le amargan la existencia al campeón y líder de MotoGP, Fabio Quartararo, que suma dos pinchazos seguidos.
«Cuantos más seamos, más reiremos». El veterano Aleix Espargaró, de 33 años, que el pasado domingo salvó un fin de semana que hubiese podido descartarle virtualmente de la lucha por el título mundial de MotoGP al sufrir una caída feísima –«el domingo me dolía todo, todo, pero no es justificación para acabar noveno, fue culpa mía, no ayudé a mi Aprilia a ser los dos mejores»–, está convencido de que ha vuelto a salvar un momento delicado de la temporada y, aún así, sigue a 22 puntos (menos de una victoria, 25 puntos) del campeón y líder Fabio Quartararo (Yamaha).
Eso sí, al llegar a su residencia de Andorra y someterse a un completo examen médico, unas radiografías, ya más detalladas, descubrieron que sí se había fracturado
Aprilia, de la mano de una gran tecnología, inteligencia y mucho trabajo, se apoya en Aleix Espargaró y Maverick Viñales para demostrar que ya son grandes.
que, luego, confirma en carrera. Somos un equipo y lo estamos demostrando. La Aprilia es una gran moto en mis manos y en las de Maverick, por eso somos líderes en el Mundial de equipos».
Aleix no está seguro, pese a sus dos últimos triunfos, de que Bagnaia siga en esa línea ganadora. «Porque se ha mostrado muy irregular, comete muchos errores y este es un campeonato donde la regularidad te da la vida. Hay tanta, tanta, igualdad, que si no lo tienes todo en su sitio, te pasa lo que le ha ocurrido a Fabio (Quartararo) este domingo: acabas octavo sin saber por qué. O, sí, porque no lo tenías todo en su sitio. Por eso es tan bueno que Maverick ya esté ahí arriba, porque, por un camino distinto al mío, ha terminado aspirando a la victoria como yo en cada GP». «Y recuerdo –añade Aleix– que Fabio, el año pasado, se paseó aquí y este domingo ha sufrido mucho y ha acabado octavo».