El subidón del nuevo Barça
Los fichajes, a golpe de palanca, y la buena pretemporada levantan el ánimo a la afición azulgrana, que vuelve a soñar con conquistar títulos después de tres años de sequía en los que apenas se ha echado una Copa al gaznate.
Hacía mucho tiempo que los culés no sentían ese cosquilleo infantil antes de empezar el nuevo curso. Los fichajes, a golpe de palanca, y la pretemporada han devuelto la ilusión perdida a una afición sedienta de títulos, después de haberse echado solo una Copa al gaznate en las últimas tres campañas.
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LEWANDOWSKI & PEDRI, S.L. «Necesitaba este cambio, este traslado a otro país, a otro club. Me siento como un niño que tiene un juguete nuevo», explicó Lewandowski en una entrevista en Sport1, donde mostró su hambre de títulos. «Siempre he dicho que el éxito del equipo me impulsa». El delantero polaco, el más aclamado en el Gamper, es el mascarón de proa de un Barça que vuelve a infundir respeto. El Bota de Oro, que aún no se había estrenado como goleador azulgrana, se guardó el primer tanto para el Camp Nou, donde también mostró su buena conexión con Pedri, al que brindó dos asistencias estelares. «Es un lujo jugar con él, es un espectáculo, espero que nos dé muchas alegrías a mí y a la afición», comentó el bigoleador canario. Después de estar casi toda la temporada pasada lesionado, la recuperación de Pedri y su sociedad con el killer auguran grandes noches.
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DEMBÉLÉ PARECE OTRO La competencia que hay en la delantera hace que nadie se pueda dormir si quiere disponer de unos minutos que van más caros que nunca. Consciente de ello, Dembélé se ha puesto las pilas. Desde su refichaje, el extremo francés parece otro y busca con más ahínco que nunca la portería. Si la pasada temporada Ousmane solo marcó dos goles, contra el Linares en la Copa del Rey y ante el Athletic en Liga, esta pretemporada se ha convertido en el pichichi, con cinco tantos y una capacidad de desborde y definición admirables. Todo apunta a que formará parte del once inicial ante el Rayo junto a Lewandowski y Raphinha, delantera titular en los dos últimos amistosos.
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EL FACTOR CAMP NOU «Nos dejaremos la piel, lo daremos todo, pero necesitamos vuestro
apoyo», dijo Xavi en su presentación en el Gamper. Antes del traslado la temporada que viene a Montjuïc, el Barça quiere volver a llenar el Camp Nou. La asistencia en la Liga el año pasado fue de 53.982 espectadores, 20.000 menos que antes de la pandemia (75.208). El domingo acudieron 83.021 aficionados al Camp Nou. Con el fin de las excedencias de abonos y los nuevos fichajes, la directiva confía en que los devotos barcelonistas vuelvan a llenar el templo azulgrana. Empezando por el sábado ante el Rayo Vallecano.
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PRESIÓN ALTA E INTENSIDAD Una de las constantes de este nuevo Barça es la presión alta tras pérdida. Algo que el bloque azulgrana volvió a hacer ante el Pumas, sobre todo en los 10 primeros minutos. «Es lo que tenemos que conseguir los 90 minutos. Hoy es difícil, se entiende que es un amistoso pero no podemos bajar la intensidad. Por eso necesitamos tener las posiciones dobladas con jugadores con mucho nivel», comentó después del encuentro Xavi. El último gol, el de Frenkie de Jong en el minuto 83, llegó precisamente a partir de una recuperación del centrocampista neerlandés ante la salida de balón mexicana.
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REBAJAS Y SALIDAS
El Barça, además de activar esta semana la cuarta palanca para poder inscribir a los nuevos refuerzos, sigue trabajando en otras salidas y rebajas para reducir la masa salarial. El club, tras reunirse con Piqué la semana pasada para que acepte retocarse los emolumentos, habló ayer con el capitán Busquets de cómo inscribir a los fichajes y a los que pueden llegar (Mateu Alemany sigue trabajando en las llegadas de Marcos Alonso y Bernardo Silva).
Tras dejar marchar gratis a Mingueza, Riqui Puig y Neto, se busca salida a Umtiti y Braithwaite, abucheado por el Camp Nou por no querer irse, igual que le pasó al central francés en el anterior Gamper. Abde y Memphis, relegados por el
overbooking en la delantera, y Collado también cambiarán de aires mientras sigue el enigma De Jong.
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«Me siento como un niño con un juguete nuevo», dice el Bota de Oro y nuevo líder El club confía en que las buenas sensaciones animen a llenar de nuevo el templo