Las mafias cobran 3.000 euros por ir en pateras de «primera clase»
La embarcación interceptada el pasado miércoles al sur de Cabrera, en las Baleares, era una lancha de recreo en mejores condiciones de navegación que las habituales para llegar a Europa.
La embarcación interceptada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil el miércoles por la mañana al sur de Cabrera no era una patera convencional. Los agentes que acudieron en socorro de los migrantes se encontraron una lancha de recreo en buenas condiciones de navegación en lugar de las habituales y precarias barcas de madera. Los investigadores de los Cuerpos de Seguridad han constatado que se trataba de un servicio considerado «de primera clase», por el que los viajeros llegan a pagar hasta 3.000 euros –el doble de lo habitual– a las mafias que se dedican al tráfico de personas entre África y Europa.
No es la primera vez que es interceptada una embarcación de estas características dedicada al transporte de migrantes en las
Baleares. Fuentes del sector apuntan a que en los últimos años ha habido otros dos casos. La última fue capturada en aguas de Cala d’Or (Mallorca) en febrero del año pasado. Se trata de un medio distinto al que se emplea habitualmente para transportar a migrantes a las costas de Baleares. Por lo general, los tripulantes abandonan las barcas de madera cuando alcanzan tierra. Se trata pues de naves de un solo uso. Sin embargo, las lanchas de recreo como la que fue detectada el miércoles son mucho más caras, por lo que los investigadores sospechan que las mafias pretenden hacerlas regresar a Argelia una vez dejen a sus pasajeros en España para usarlas en nuevos viajes.
Motores más potentes
Las lanchas de recreo como la detectada en Cabrera cuentan con mejores condiciones para la navegación que las pateras. Disponen de motores más potentes y sistemas de comunicación y orientación más sofisticados. Sin embargo, eso no reduce el riesgo de la travesía de cerca de 200 millas (más de 300 kilómetros) entre la costa de Argelia y Mallorca. De hecho, la embarcación detectada el miércoles estaba totalmente sobrecargada.
La mejora no reduce e l riesgo porque los barcos suelen ir también sobrecargados
Pese a tener una capacidad de unos 12 ocupantes, transportaba a bordo 37 personas, todos ellos jóvenes magrebís que estaban en buen estado.
Fuentes policiales sospechan que se trata de una especie de servicio de lo que ellos denominan «primera clase» con un coste de tres mil euros por pasajero .
Por otro lado, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo asistieron a los 12 ocupantes de otra patera, en este caso de reducidas dimensiones, interceptada el pasado miércoles por la noche, también al sur de Cabrera.
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