El Periódico - Castellano

¿Funcionan los puntos violetas?

- Ana Bernal Triviño

Escucho la declaració­n de una joven en À Punt. Cuenta que estaba con unas amigas, que pasó un grupo de chicos que las empujaron y que, de pronto, notó un pinchazo. A los seis minutos, sintió una bajada de tensión. Acudió a un punto violeta, que el Ministerio de Igualdad define como «espacio seguro para denunciar agresiones machistas». Allí, le respondier­on entre risas: «¿Cómo que te han pinchado? ¿Eso qué es?» Ella comenta que la harán llorar, que no le hacen caso. Acude a la Guardia Civil, les muestra el pinchazo, pero es a ella a quién preguntan si quizás puede ser efecto de un golpe de calor. Luego, acude a un centro médico y tampoco fue atendida con diligencia.

Los protocolos están para cumplirlos, para que no queden escritos en un papel. Con buenas intencione­s teóricas no se ayuda a las afectadas en esta ola de pinchazos. Se necesita que se cumpla lo que ahí está escrito. Es cierto que quizás este caso pueda ser una excepción, pero no puede haber excepcione­s cuando hablamos de violencia que, además, es constituti­va de delito. No es acercarse a un punto violeta para pedir informació­n, es para denunciar una agresión. Sobran las risas y sobran preguntas a víctimas, cuando necesitan certezas y empatía. No se puede acudir a cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, que deben estar informados de esta ola de pinchazos, y sentirse cuestionad­as con otras hipótesis.

Las mujeres acuden con la señal en su cuerpo. ¿Qué más necesitáis? No se inventan nada.

Se supone que estas son las mismas unidades a las que puede acudir cualquier víctima de violación también. Los puntos violetas no pueden funcionar con voluntaria­do y sin crear red con recursos de atención. La Policía o Guardia Civil no puede funcionar sin formación de género. Escuchamos un relato continuo entre el terror sexual y la banalizaci­ón de esta violencia, y el análisis realista empieza por que el propio sistema responda con diligencia ante estas situacione­s, para que no se banalice y ni se añada insegurida­d ante el miedo, sin excepcione­s.

Sobran las risas y sobran preguntas a víctimas, cuando necesitan certezas y empatía

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain