El Periódico - Castellano

Guerra en Ucrania, búnkeres en Alemania

- ANDREU JEREZ

Mark Schmiechen, jefe de prensa de la empresa Búnkeres y Sistemas de Refugios de Alemania (BSSD, por sus siglas en alemán). El representa­nte de BSSD asegura que el furor desatado en Alemania por los búnkeres privados tras la invasión rusa de Ucrania también da pie a engaños y estafas.

«Ahora se ha calmado un poco, pero durante las primeras tres, cuatro semanas recibíamos una media de cinco o seis llamadas a la hora», dice Schmiechen a EL PERIÓDICO. «La diferencia entre entonces y ahora es que las llamadas que hoy recibimos son de mucha más calidad. Es decir, se trata de gente que se ha informado previament­e, que está construyen­do una casa o cuenta con un inmueble que quiere reformar». Superada la primera fase de pánico después del inicio de la guerra, la inclusión de un búnker o un refugio privado en una vivienda particular se presenta como una opción más en la actual coyuntura internacio­nal,

La demanda de espacios de protección particular­es ante una posible escalada de la violencia o una catástrofe se dispara en el país centroeuro­peo tras la guerra en Ucrania. El Gobierno alemán solo tiene capacidad para proteger al 0,6% de la población, según datos del Ministerio de Interior.

marcada por tensiones bélicas, inflación y crisis energética­s.

487.598. Esa es la cantidad de personas a las que la República Federal de Alemania podría proteger en caso de emergencia nacional como una guerra, un ataque nuclear o químico. La cifra correspond­e al 0,6% de la población total del país, como publicó recienteme­nte el semanario Die Zeit tras recibir a las estadístic­as oficiales del Ministerio federal de Interior.

Refugios públicos

El Estado alemán tiene en propiedad 599 refugios. En la Guerra Fría, la capacidad de protección pública era mucho mayor en las dos Alemanias. Como principal frente de tensión militar y nuclear entre EEUU y la Unión Soviética, las autoridade­s alemanas de aquel entonces tenían planes de emergencia mucho más completos que los actuales.

Con la caída del Muro de Berlín, los sucesivos Gobiernos de la Alemania

reunificad­a fueron vendiendo los refugios públicos, abandonánd­olos e incluso destruyénd­olos. El presunto «fin de la historia» y de las guerras convencion­ales en suelo europeo parecían dar la razón a las autoridade­s alemanas. La guerra en Ucrania y el actual horizonte de incertidum­bres parecen quitársela ahora.

En caso de apocalipsi­s nuclear, parece poco probable que un refugio privado pudiese salvar la vida a una familia durante mucho tiempo. Por tanto, ¿qué puede llevar a un ciudadano a construir un búnker en los sótanos de su casa para él y los suyos? «Imagine, por ejemplo, un apagón y que ahí fuera merodean bandas que no tienen nada mejor que hacer que asaltar a personas o saquear viviendas. Esas cosas ya se vivieron en tiempos de guerra. En ese caso, si cuento con un refugio, me podría retirar en él con mi familia y tal vez también proteger mis documentos más importante­s. Y ahí me podría quedar horas o tal vez días», responde Mark Schmiechen. Tras el shock por la invasión rusa de Ucrania, la actual crisis energética que amenaza Alemania alimenta ahora las ansías de protección particular de personas con dinero suficiente.

Sismógrafo del miedo

El abanico de ofertas de BSSD es amplio: va desde un contenedor de acero de un par de metros cuadrados –que se puede situar dentro de un piso por unos 11.000 euros– hasta un refugio de hormigón armado acondicion­ado como un apartament­o, cuyo precio de salida ronda los 60.000 euros. Esta última opción puede ser instalada dentro del edificio, en sus sótanos o incluso en el jardín de la casa con un acceso secreto dentro o fuera de la vivienda. La empresa –única en su especie en Alemania– no pone límite al presupuest­o. Todo depende de las necesidade­s del cliente, dice Mark Schmiechen. Y el negocio va bien: su volumen de proyectos suma cifras millonaria­s de tres dígitos e incluye a clientes privados y al Estado alemán.

Se podría decir que el éxito de la empresa BSSD es una proyección del miedo en el que vive la sociedad alemana. Independie­ntemente del sentido que pueda tener una inversión en un búnker privado, su cifra de negocio es una especie de sismógrafo del temor de la población cuando mira al futuro.

El representa­nte de BSSD lo resume así: «Ya antes de la guerra de Ucrania nos dimos cuenta de que la demanda aumentaba siempre que surgía una crisis en algún lugar del mundo. Pero lo de ahora no lo habíamos vivido antes. El aumento de la demanda es exponencia­l. Si antes de la invasión rusa nuestra web recibía 500 visitas diarias, actualment­e superamos las 10.000».

Las ofertas van de un contenedor de dos metros y 11.000 € a uno tipo apartament­o por 60.000 euros El aumento de la demanda de estos refugios es un reflejo del miedo de la sociedad alemana

 ?? BSSD ?? Obras de construcci­ón de un refugio de protección para particular­es en Alemania.
BSSD Obras de construcci­ón de un refugio de protección para particular­es en Alemania.
 ?? ?? Un búnker de la empresa especializ­ada BSSD.
Un búnker de la empresa especializ­ada BSSD.

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