El fuego devora al menos otras 3.000 hectáreas en Galicia
Un frente avanzaba ayer hacia la ría de Vigo, mientras que el de Ponte Caldelas (Pontevedra) amenazaba a municipios cercanos.
Galicia vive otro fin de semana de verano manchada por el humo de los incendios, en unos días de calor sofocante principalmente en el sur y sin previsiones de una sola gota de lluvia a corto plazo. Ayer, la comunidad luchaba contra siete incendios que sumaban ya más de 3.000 hectáreas, las cuales se van agregando a las 35.000 que devoraron el territorio a mediados del pasado mes de julio, en la ola más voraz de toda la historia gallega.
En la provincia de Pontevedra preocupaban cuatro incendios, principalmente el originado en Caldas de Reis, concretamente en el monte Xiabre, en la parroquia de Saiar, que este sábado había arrasado 450 hectáreas. Con todo, aunque continuaba activo, evolucionaba favorablemente.
El segundo foco más voraz se situaba en la parroquia de Mourentán, en Arbo, aunque controlado desde la noche del viernes tras calcinar 400 hectáreas. Además de este, también en Arbo permanecía controlado el surgido en la parroquia de Barcela, el cual entró desde
Portugal dejando, al cierre de esta edición, una factura de al menos 82 hectáreas.
Diversos focos
Otro de los incendios que inquietan este fin de semana es el de la parroquia de Xustáns, en Ponte Caldelas –originado sobre las 19.35 horas del viernes–, que ayer iba por las 150 hectáreas quemadas y obligó a activar la situación 2 por la cercanía de las llamas al núcleo de Canicouva. Era tal su alcance que se atisbaba desde varios puntos de la ría de Vigo después de correr en un frente de llamas amenazando el suelo de Arcade,
Soutomaior y Ponte Sampaio.
En Galicia los ojos están puestos en el fuego de Boiro, que ayer seguía avanzando con 1.200 hectáreas quemadas e, igualmente, con la situación 2 activada como medida preventiva por el peligro que suponen las llamas para el entorno de Piñeiro. Este escenario provocó que ayer la Guardia Civil de Tráfico ordenase el cierre en ambos sentidos de la carretera DP-6705 en el kilómetro 0 durante varias horas. En la localidad limítrofe de Oleiros, en Ribeira,tuvieron que ser desalojadas 700 personas del cámping Ría de Arosa, donde ardieron ocho caravanas.
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