«No seré candidato a la alcaldía de Barcelona. Para serlo tendría que querer»
— ¿Quiere ser candidato a la alcaldía de Barcelona?
— No. Lo he dicho tantas veces que todavía me sorprende que me lo pregunten.
— Salvador Illa decía que seguiría siendo ministro el 30 de diciembre y al día siguiente se sabía que aspiraría a ‘president’...
— Se tendrá que esperar al 30 de diciembre (ríe). No, para ser candidato, tendría que querer. Cuando le digo que no es que no. Tenemos un muy buen candidato y tengo el legítimo objetivo de culminar el trabajo en el Gobierno.
— ¿Illa tampoco sería un buen candidato?
— Illa será un magnífico ‘president’. No todos valen para todo.
— Los cambios se producen.
— A veces, pero no siempre son buenos. No nos gusta improvisar.
— Sobre la candidatura de Catalunya al margen de Aragón para los Juegos de Invierno de 2030, ¿el Gobierno la vehiculará hacia el COE o hay que olvidar ya 2030?
— Quien presenta las candidaturas es el COE. Yo creo que los Juegos de 2030 han quedado en fuera de juego, porque el COE se había comprometido a una candidatura conjunta y no hubo acuerdo. El futuro está muy abierto.
— Pero, sobre la propuesta del Govern, ¿qué opina?
— Respeto. No está claro que la presente para 2030. El COE es el que se tiene que definir. Todo esto lo he vivido muy mal porque es una oportunidad perdida. La candidatura era vista con muy buenos ojos por el COI.
— ¿No hace ningún reproche al ‘president’, Pere Aragonès?
— No hago reproches a nadie, solo a mí. Si dos no se ponen de acuerdo, ¿de quién es la culpa? Todos deberían haber hecho mayores esfuerzos para hallar el acuerdo. Los perjudicados son el deporte y el Pirineo. Hemos fracasado todos y es lamentable, porque no pasan trenes cada día.
— Se cumplen dos años desde la huida del rey emérito. ¿Qué criterio tiene sobre Juan Carlos I?
— Apoyaremos lo que decida la Casa del Rey. La última presencia del rey emérito en España no fue exitosa. Si se produce en el futuro, espero que sea en otra clave.
— ¿Mejor que no vuelva?
— No, no. Mejor que lo haga de forma discreta. El regreso tal y como lo hizo no fue bueno ni para él ni para nadie.
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