Búsqueda contra reloj de supervivientes del temporal en Alemania
El cómputo total de víctimas mortales por las inundaciones de esta semana en el centro de Europa superó ayer los 160. El país germano, que acapara la mayor parte de decesos, suma al menos 135, según las últimas estimaciones, y Bélgica elevó los fallecidos a 27. «Pero se teme que el número de fallecidos aumente», dijo un portavoz de la Policía en la ciudad de Coblenza, en el estado de Renania-Palatinado, uno de los más afectados por la tragedia. Mientras tanto, continúa la búsqueda contra reloj de supervivientes.
La Policía alemana confirmó, además, otros 618 heridos, la mayoría en el valle de Ahr, donde las carreteras siguen bloqueadas y los puentes, destruidos. El ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, dio por sentado que varias personas han muerto en ese lugar, pero matizó que la situación aún no estaba clara. Asimismo, equipos de rescate seguían trabajando sin descanso en la región de Eifel, donde las inundaciones arrasaron poblaciones enteras el jueves por la noche, y todavía hay decenas de desaparecidos.
En el distrito de Heinsberg, en Renania del Norte-Wesfalia, los muros de una represa cedieron el viernes y tuvieron que ser evacuadas 700 personas.
Tareas de limpieza
Poco a poco, los ciudadanos que tuvieron que salir, casi huyendo, de sus casas amenazadas por el agua están regresando a sus hogares y muchos se encuentran un escenario desolador: casas semidestruidas con paredes arrancadas de cuajo por la fuerza de la corriente, árboles derrumbados, vehículos arrastrados por el agua, carreteras y puentes hundidos o cortes en el suministro eléctrico.
En las ciudades afectadas, los bomberos, los servicios de protección civil, los responsables locales y militares, comenzaron ya las gigantescas tareas de limpieza de escombros y de barro que obstruyen las calles.