Las trans se quedan sin hormonas
El colectivo, con un paro del 80%, clama contra el desabastecimiento de los estrógenos financiados por el Estado y la falta de implicación de las administraciones. El Síndic abre una actuación de oficio y exige a Salut tomar medidas.
«Me dan la felicidad de verme bien conmigo misma». Así explica Sandra Fernández, mujer trans de 48 años, la importancia de las hormonas que toma gran parte de este colectivo. Hace unos dos meses que en las farmacias de toda España hay desabastecimiento de los seis tratamientos hormonales financiados por el Estado que las mujeres trans necesitan para su proceso. Se trata de una medicación crónica cuya falta o discontinuidad puede comportar serios problemas de salud tanto física como psicológica. «La primera vez que me miré al espejo después de empezar a hormonarme, por fin me reconocí a mí misma». Eso fue hace cinco años, tras toda una vida sin decidirse a dar el paso.
Un colectivo en precario
En España, hay seis tratamientos con valerato de estradiol (un tipo de estrógeno) financiados por la Seguridad Social, de los cuales no hay stock: Climodien comprimidos, Climen comprimidos, Progyluton comprimidos, Perifem 21 comprimidos, Lenzzeto spray y Activelle 28 comprimidos. Eso quiere decir que las mujeres trans que deseen seguir hormonándose (unas 1.550 en Catalunya) deben recurrir a otro tipo de tratamientos con valerato de estradiol no financiados por el Estado. Pero gran parte del colectivo sufre una honda precariedad. «Entre las mujeres trans hay un 80% de paro. Para muchas se trata de comer u hormonarse», denuncia Fernández.
Lina Mulero, portavoz de la plataforma Transforma la Salut (que trabaja por un nuevo modelo de atención a la salud del colectivo), explica que las mujeres trans toman «una media de tres pastillas al día». «Una caja que dura una semana nos cuesta 20 euros. Y necesitamos cuatro al mes, que son 80 euros», dice. No todo el mundo puede pagarlo. Así que muchas de estas mujeres se recurren a una última alternativa: las pastillas anticonceptivas con etinilestradiol (otro estrógeno derivado del estradiol) que sí están financiadas por la Seguridad Social. Problema: estos preparados tienen un riesgo de trombosis venosa superior a los del valerato de estradiol y también aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o cáncer de mama.
Y hay otro problema: «Como estas 1.550 mujeres pasen a tomar anticonceptivos en dosis que son bastante superiores a las que toman las mujeres cisgénero [aquellas cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al nacer], es probable que también se produzca desabastecimiento de anticonceptivos en un momento dado», advierte Rosa Almirall, ginecóloga de la Unitat Trànsit del ICS.
Según el colectivo, se trata de algo que ocurre a menudo. «Siempre ha habido escasez de estos estrógenos. Cuando no falla una marca, falla otra. Pero ahora, por primera vez, nos hemos quedado sin todos los tratamientos con valerato de estradiol, el estrógeno menos nocivo, financiados por la Seguridad Social», responde Mulero. ¿Por qué hay esta rotura de estoc? Ella sostiene que es porque
«Somos una población que existe y necesita medicación crónica»
estos medicamentos están indicados para mujeres cisgénero con una «menopausia precoz». Las farmacéuticas los fabrican pensando en ellas, no en las mujeres trans. «La población a la que está destinada es pequeña y se producen estoc en función de esa gente». Para las mujeres trans este un ejemplo más del olvido que sufren por parte de las administraciones.
Alternativas
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) alega que «existen alternativas que, aunque puedan suponer cierta incomodidad a las personas que los necesitan, permiten seguir con la administración del tratamiento que su médico determine».
En Catalunya, el Síndic de Greuges ha abierto una actuación de oficio para pedir información al Servei Català de la Salut (CatSalut) sobre las actuaciones que está realizando para asegurar la provisión suficiente de los medicamentos que necesitan las personas trans.
Fuentes de la Conselleria de Salut consultadas por este diario no aclaran qué medidas tomará el Govern para garantizar el acceso de las mujeres trans a estos fármacos y piden consultar con la Aemps «para más detalles sobre este desproveimiento».
«Las administraciones tienen que tenernos en cuenta y garantizar que no nos vamos a quedar sin medicación. Somos una población que existe y que necesita una medicación crónica», reclama Mulero. «Yo tardé muchos años en dar el paso para hormonarme. No es fácil tomar esta decisión como para que luego no puedas hacerlo», dice por su parte Fernández.