PSOE y Podemos se enzarzan por los cambios legales
Los socialistas acusan a los morados de uso electoralista de la reforma penal
Las elecciones catalanas están enfangando las relaciones entre el PSOE y Unidas Podemos. Al menos, así lo cree la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que acusó ayer a sus socios de registrar una proposición de ley para despenalizar los delitos de opinión con fines electoralistas, contraprogramando el anuncio del Ministerio de Justicia sobre una reforma del Código Penal en el mismo sentido. Los morados dicen que fue al revés: primero informaron a los socialistas de sus intenciones y después estos dieron el paso.
«Estamos en campaña electoral y algunas formaciones quieren apadrinar, capitanear o patrimonializar algunas cuestiones solo y llanamente porque el domingo hay elecciones y todas las formaciones se quieren situar en posición de ventaja», explicó Montero, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, restando importancia al choque con los de Pablo Iglesias.
El roce entre ambos partidos se produjo a última hora del pasado lunes. Con la condena al rapero Pablo Hasél a nueve meses y un día de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona sobre la mesa, el Gobierno informó de los planes del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de reformar el Código Penal para que estos delitos no conlleven penas de cárcel.
Sin embargo, fuentes moradas mantienen otra versión. Según explican, informaron al PSOE de su propósito de registrar una proposición de ley para derogar los delitos que perjudican la libertad de expresión y fue entonces cuando los socialistas movieron ficha.
«No tiene ningún tipo de interés de dónde parten o dejan de partir las iniciativas que produce este Gobierno», atajó Montero. No obstante, la ministra portavoz hizo hincapié en varias ocasiones en que una reforma semejante del Código Penal deberá ser liderada por los ministerios de Justicia y de Interior, dejando caer que no tendrán en cuenta la iniciativa de los morados.
La «normalidad política»
El rifirrafe a costa de la reforma del Código Penal no fue el único hecho que Montero achacó a la proximidad dele 14-F. Preguntada por las palabras de Iglesias el pasado lunes asegurando que en España «no hay una situación de plena normalidad política y democrática» cuando los líderes independentistas están en la cárcel o huidos de la justicia, Montero, nuevamente, enmarcó tales afirmaciones del vicepresidente segundo en el contexto «de la campaña electoral que se está celebrando en Catalunya».
La ministra portavoz insistió en dos ocasiones que España es una «democracia plena y consolidad» y que no hay nadie en el Consejo de Ministros que lo ponga en duda.