Muere Francesc Vallverdú
Sociolingüista, poeta y traductor, fue durante 20 años el jefe de los servicios lingüísticos de TV-3 y Catalunya Ràdio El uso social del catalán fue la principal preocupación de sus ensayos
El poeta y sociolingüista Francesc Vallverdú, considerado uno de los padres de la sociolingüística catalana, falleció ayer a los 78 años. Licenciado en Derecho por la Universitat de Barcelona, fue un hombre muy polifacético. De joven, en la universidad, entró en contacto con la oposición antifranquista de izquierdas encabezada, entre otros, por Jordi Solé Tura. Afiliado al Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) en 1959, empezó a trabajar en el sector editorial, que compaginaba con el ejercicio de la abogacía, y en 1966 se incorporó a Edicions 62 –como técnico editorial y asesor lingüístico–, de la que con el tiempo se convirtió en uno de sus principales activos, hasta convertirse en director editorial.
A lo largo de su carrera, Vallverdú colaboró en las publicaciones Serra d’Or y Nous Horitzons. A su poesía trasladó sus convicciones políticas con un uso significativo de la sátira. También cultivó la traducción, con
Un referente
versiones al catalán de la obra de escritores italianos como Alberto Moravia, Cesare Pavesa, Italo Calvino y Leonardo Sciascia, entre otros. Además de por la literatura, Vallverdú se interesó por la sociolingüística, ámbito en el que se convirtió en un referente. Fue uno de los fundadores y presidente del Grup Català de Sociolingüística y colaboró con la revista Treballs de Sociolingüística. También fue el jefe de los servicios lingüísticos de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, la actual Corporació Catalana de Mitjans Audioviosuals (CCMA), entre 1985 y 2006, y miembro del Consell Social de la Llengua Catalana de la Generalitat de Catalunya.
Fue miembro de la Associació Internacional de Llengua i Literatura Catalanes (AILLC), de l’Associació d’Escriptors en Llengua Catalana (AELC), del PEN catalán y de l’Institut d’Estudis Catalans (IEC). En 1986 recibió la Creu de Sant Jordi y en 1988 recibió el premio Bocaccio por la traducción del Decamerón al catalán.
Como poeta se adscribió al llamado realismo social, y ganó el premio
Carles Riba en 1965. Pero fue a través de sus análisis sobre el uso social del catalán como más se dio a conocer. La reflexión suscitada por su ensayo L’escriptor català i el problema de
la llengua (1968) lo convirtió en uno de los introductores y referentes de la sociolingüística en Catalunya. A esa obra siguieron muchas otras, entre las que destacan Dues llengües: dues funcions? y El fet lingüístic com a fet social, en los años setenta.
Coincidiendo con la recuperación de las instituciones catalanas, participó activamente en la política de normalización lingüística, especialmente en los medios de comunicación. Su labor como principal asesor lingüístico de la CCMA, llevada a cabo con criterios equidistantes entre el catalán normativo y su adecuación a la realidad oral de los catalanohablantes actuales, sentó las bases del modelo lingüístico que con el tiempo se ha ido consolidando tanto en la radio y la televisión como en la prensa escrita en lengua catalana. En su momento, Vallverdú fue capaz de establecer un criterio para dar salida a los diversos tipos de lenguaje que deben tener cabida en una televisión, siendo respetuosos con la norma pero superando el anquilosamiento en el que era fácil caer tras 40 años sin medios de comunicación en catalán.