Una barra renovada con platillos top.

Bar Boqueria se renueva con una propuesta gastronómica de nivel, amena y mediterránea

una nueva barra que merece la pena visitar. Para ser exactos, renovada, porque se trata de Bar Boqueria, que lleva en el mercado desde 1993 y que ha modernizado su aspecto y ha apostado por una cocina divertida, de raíz mediterránea pero que no renuncia a guiños más cosmopolitas y creativos. Estando donde están, se da por hecho que trabajan con buen producto. Con el fichaje al frente de los fogones de Lluís Puy, que pasó por la cocina de Gaig, y el talentoso Francesc Llobet (formado en Hofmann) han dado un salto de calidad que ya se halla en algunos platillos, como el carpacho de vieira con gel de piña, aceite de eneldo y de jengibre, huevas de trucha, salicornia y flor de salvia.

En el reducido espacio que tienen los cocineros apenas cabe una plancha, una

LA BOQUERIA TIENE

freidora, un horno de leña y poco más. Suficiente para lo que proponen, que es mucho porque su carta es de lo más extensa (no así la de vinos, que incorpora un peaje para guiris: la copa de sangría).

ALMEJAS AL VAPOR CON SAKE

Ahí hay tapas, ensaladas, mariscos, pescados y carnes: desde croquetas de jamón ibérico y de calamares hasta un pulpo adobado en aceite de hierbas y pimentón, cocido 12 horas a baja temperatura y rematado en la brasa, pasando por unas almejas al vapor con sake y el bogavante a la plancha.

El establecimiento cuenta a su favor que no está en la zona más masificada de La Boqueria, la más próxima a La Rambla, sino en la parte trasera, a dos pasos de la plaza de la Gardunya. Hay menos gente moviéndose alrededor pero eso no evita que sus taburetes siempre se llenen en horas punta. —