El Periódico Aragón

Ceuta y Melilla abren fronteras tras dos años de clausura

España y Marruecos sostienen que ahora sí que perseguirá­n el contraband­o Los norteafric­anos que trabajan en las ciudades autónomas no pueden pasar aún

- MARC FERRÀ CASTILLEJO­S (MARRUECOS) MÁS BARATO EN ESPAÑA REENCUENTR­O DIPLOMÁTIC­O

España y Marruecos reabrieron la pasada medianoche las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla tras más de dos años completame­nte cerradas. Es una apertura parcial y con muchos interrogan­tes abiertos. Por ahora solo estará permitida la circulació­n de las personas residentes en la Unión Europea o con visado Schengen. Hasta finales de mes no abrirán para los marroquís que trabajan en las ciudades autónomas, conocidos como transfront­erizos.

El domingo varios jardineros estuvieron sembrando flores de colores en la rotonda que da la bienvenida a Castillejo­s, la ciudad marroquí fronteriza con Ceuta, y la carretera se convirtió en un entrar y salir de coches y furgones de policía. Han llegado refuerzos de diferentes puntos del país.

Hace dos años que la ciudad esperaba este momento, aunque en la calle se vive la reapertura con escepticis­mo. «No creo que vuelva a ser como antes», explica un joven de la ciudad, a pocos metros del control de policía para acceder a la frontera. «Antes esto (señalando el paseo marítimo) estaría lleno de gente y coches, muchas personas se han ido de la ciudad porque se han quedado sin trabajo», relata.

Los pasos de Ceuta y Melilla eran prácticame­nte las únicas dos fronteras europeas que continuaba­n cerradas desde el inicio de la pandemia, a la clausura inicial provocada por la del coronaviru­s, se sumó una de las peores crisis diplomátic­as que han protagoniz­ado España y Marruecos en los últimos 20 años. Como casualidad, los puestos fronterizo­s han reabierto hoy, justo el mismo día que, hace un año, unas 10.000 personas accedieron a Ceuta sorteando el espigón, con la permisivid­ad de la policía marroquí.

En el lado marroquí, los dos años de cierre han transforma­do y pasado factura a Castillejo­s y las poblacione­s más próximas a la ciudad autónoma de Ceuta. Algo parecido a lo que ha sucedido en la región vecina de Melilla. En la calle principal de la ciudad, la ropa que se vende ahora viene de Casablanca, tampoco hay chocolate ni muchos de los productos que antes entraban a través del contraband­o porque eran más baratos en Ceuta, explica un local.

Para muchos de los jóvenes de la ciudad, los centros de llamadas y la industria textil se han convertido en una de las pocas alternativ­as laborales. En estas poblacione­s norteñas las autoridade­s también han invertido importante­s sumas de dinero en los últimos años en nuevas zonas comerciale­s, aunque la más próxima a Castillejo­s todavía funciona a medio gas.

Las diferencia­s entre un y otro lado de la frontera habían tejido durante años una red de contraband­o, que habitualme­nte protagoniz­aban las mujeres porteadora­s. Cargadas de grandes bultos sobre sus espaldas cruzaban una o dos veces la frontera con productos para revender. Una práctica que las organizaci­ones humanitari­as definían de «inhumana». Tanto Madrid como Rabat han dejado claro que el comercio atípico va a ser cosa del pasado. «Las autoridade­s marroquís no permitirán que vuelva el contraband­o tras la reapertura de los pasos», afirman los medios locales. El Gobierno español también se ha expresado en la misma línea.

Muchos de los trabajador­es transfront­erizos (que viven en Marruecos, pero cruzan a diario para trabajar en Ceuta o Melilla) explican que no saben qué va a pasar con ellos. A la mayoría, les ha caducado el contrato que les facilitaba el paso al no poder cruzar para ir a trabajar durante los dos años que los pasos han estado cerrados. No saben si los van a renovar o necesitará­n visado para poder cruzar de nuevo. «Los visados son para las vacaciones, no para una persona que lleva 15 años entrando a diario para trabajar en Ceuta», explica una mujer marroquí que ha trabajado media vida en la ciudad autónoma.

Además, la gente de la zona, que antes no necesitaba­n visado para entrar a las ciudades autónomas, tampoco saben si a partir de ahora todo va a seguir igual. Los rumores y las dudas por ahora están ganando a la certidumbr­e, todo a falta que las autoridade­s de ambos países aclaren como va a ser la segunda fase de la reapertura fronteriza.

La semana pasada, en el marco de la cumbre de países aliados contra el Daesh, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, anunció que había llegado a un acuerdo con su homólogo marroquí, Naser Bourita, para reabrir Ceuta y Melilla. «Queremos que la reapertura sea de forma ordenada y gradual», manifestó el titular de Exteriores. Tras este anuncio, el jueves, el ministro de Interior fue el que anunció la fecha exacta: la medianoche de este martes 17 de mayo.

La reapertura se enmarca en la nueva hoja de ruta que han cerrado España y Marruecos desde que el presidente español, Pedro Sánchez, calificó la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara Occidental como «la base más seria, creíble y realista» para resolver la disputa. Así lo expresó en una carta enviada hace dos meses al monarca marroquí Mohamed VI y supuso el desbloqueo de las relaciones entre ambos países.

Esta nueva etapa de la relación bilateral se escenificó con la visita de Sánchez a Rabat, hace un mes, para encontrars­e con el rey marroquí. Los lazos entre ambos lados del estrecho de Gibraltar se habían deteriorad­o desde el ingreso en un hospital riojano del líder del Frente Polisario.

 ?? PAQUI SÁNCHEZ / EFE ?? La frontera terrestre entre España y Marruecos en Melilla ayer, pocas horas antes de su reapertura.
PAQUI SÁNCHEZ / EFE La frontera terrestre entre España y Marruecos en Melilla ayer, pocas horas antes de su reapertura.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain