«Es un crimen pagar por estas cosas»
El cobro por el uso de autovías genera un malestar generalizado en la población, pero hay municipios que ponen más el grito en el cielo por este posible peaje. Es el caso de las localidades por las que pasa la N-232 entre Figueruelas y Mallén, una carretera que a finales del 2022 completará su conversión en una autovía tras más de 25 años de reivindicación.
Esto permitirá acabar con la elevada siniestralidad de la vía, uno de los principales puntos negros del país, y mejorar en seguridad. Y no tener que recurrir al pago de la autopista de peaje para ir a Navarra.
Esa gratuidad, sin embargo, será efímera si se lleva a cabo el plan del Gobierno y se impone una tasa por la utilización de las carreteras a partir del año 2024.
«Me parece una medida absurda. Es un crimen tener que pagar por estas cosas y más en pueblos como el nuestro», aseguró Jesús Marco, alcalde de Mallén. «Ahora que por fin nos hacen la autovía, después de tantos años reclamándola, es injusto que nos apliquen un peaje» , consideró. «Lo lógico es que no se cobre a la gente por usar las carreteras», defendió, al tiempo que reclamó que sean «seguras y gratuitas». «No se puede jugar con la seguridad, como nos ha pasado a nosotros en todos estos años», enfatizó.
Aunque dijo entender que las cuentas del Estado pasan por una situación crítica, Marco cree que se deberían buscar otras fórmulas. «El Estado del bienestar se soporta a base de impuestos, pero estos deben de ser progresivos y no recaer siempre sobre clase media y trabajadora», concluyó.