El aragonesismo siembra su futuro leyendo un manifiesto
La unión se simboliza plantando una carrasca en el parque del Barranco
Once organizaciones aragonesistas se unieron bajo el lema Sembrando nuestro futuro, con motivo de la celebración del Día de Aragón, para defender el aragonesismo como el camino para mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía y para lograr «el mejor Aragón posible».
La plantación de una carrasca, en palabras de José Luis Melero, «simboliza la unión de todos los aragonesistas, mostrando que todos estamos de acuerdo, diferentes sectores, diferentes tendencias y formas de entender el aragonesismo, pero todos entendiendo que las políticas de proximidad son las mejores».
Chunta Aragonesista, Alazetal, Estado Aragonés, CUT, Renaxer, Aragón Despierta, OSTA, Fundación Gaspar Torrente, Rolde de Estudios Aragoneses, SOA y Rasmia son las entidades que suscribieron este texto, leído por el escritor aragonés.
Las organizaciones firmaron un decálogo que defiende el autogobierno, el pleno desarrollo estatutario y la financiación propia de la comunidad, con la creación de una Hacienda aragonesa. En el documento también se aboga por la prestación de servicios públicos de calidad, la lucha contra la despoblación, la apuesta por un cambio productivo, la I+D+i y el apoyo al emprendimiento, así como un marco normativo aragonés de relaciones laborales. La Ley de derechos históricos, la identidad, cultura y lenguas propias de Aragón y el feminismo completan el decálogo.
«Votar a los nuestros será más beneficioso para Aragón porque conocen mejor nuestros problemas y la forma de solucionarlos. Queremos que las decisiones las tomen aquí nuestra gente, no fuera de Aragón. Hay que defender nuestras tradiciones y nuestra forma de vida», incidió Melero.
El acto tuvo lugar en el parque del Barranco de Torrero, un lugar cargado de significado para el aragonesismo por haber tenido lugar en él la batalla de Zaragoza el 20 de agosto del año 1710, que permitió por última vez y durante poco más de cuatro meses la restitución de la plena soberanía de Aragón después de los decretos de abolición foral de 1707.
Melero también tuvo palabras de reproche por el trato recibido por la comunidad en una de sus reclamaciones históricas. «La anulación de la Ley de derechos históricos nos parece injusta. Si algo tenemos los aragonesistas es mucho sentido común. No queremos romper España ni nada. Queremos convivir en armonía con todos, pero que respeten nuestras tradiciones, algo que no hizo esa sentencia, lo cual nos dolió mucho».