«Los políticos han quedado anquilosados y viejos»
Periodista. Ha publicado ‘Juego de escaños’
María Rey acaba de publicar un
libro titulado Juego de escaños: Relato del divorcio entre política
y ciudadanía, en el que recoge su experiencia como periodista parlamentaria. La periodista gallega presenta ahora el informativo del mediodía de Antena 3 junto a Sandra Golpe. –¿Qué se va a encontrar en este libro la gente que lo lea? –Tiene dos partes, una más política y otra más costumbrista. Es un recorrido, una forma de invitar a la gente a entrar en el Parlamento para que vea cómo funciona. Y explicarle cómo se ha ido transformando y las razones de ese distanciamiento entre ciudadanía y políticos. –¿Por qué ese divorcio? –Forma parte de un proceso global que no afecta solo a España. Tiene que ver con una democracia que empieza con mucha ilusión y luego cuando se acomoda y normaliza, también se acomodan los que están en el poder. La gente empieza a ver que no se les soluciona los problemas, sino que les están creando otros. Mientras la calle avanza a mayor velocidad, el Parlamento sigue aferrado a un sistema arcaico con una maquinaria lenta y pesada. Pero de repente llega una revolución tecnológica que nos cambia la vida a todos. Y el ciudadano ya no espera cuatro años para plantear sus demandas. Eso se hace día a día por las redes. Por eso los políticos se quedaron anquilosados y viejos. –¿No es suficiente con la irrup- ción de los nuevos partidos en el Parlamento para cambiar las cosas? –Ellos han aportado muchas cosas, pero no es suficiente porque hablaban en su programas de introducir cambios en la forma de funcionar el Parlamento. Y para eso hay que cambiar las normas internas que hacen que el sistema sea demasiado jerarquizado y suponga un tapón para los nuevos talentos. Habría que cambiar la forma de relacionarse con los votantes, de forma que conozcan las caras de aquellos a los que han elegido, como en Gran Bretaña. –¿Cree que los periodistas se han alejado también de la ciudadanía? –Tenemos parte de culpa en ese divorcio porque somos la correa de transmisión entre la calle y el Parlamento. No hemos sabido ex- plicar todo lo que se hace en las Cámaras para evitar que la imagen de los políticos sea tan negativa. Hay gente muy válida que hace grandes cosas. –¿No cree que los periodistas parlamentarios pueden acabar manipulados por los políticos? –Es muy fácil acabar cayendo en el círculo vicioso y hablando el mismo lenguaje que ellos. Al final nos metemos en esa batalla de la jerga parlamentaria y no sabemos distinguir lo que es importante para la gente y lo que es importante para nosotros. –¿Cómo ve el fenómeno de las redes sociales? ¿Cree que están supliendo esas carencias que denuncia? –Las redes han abierto un abanico de posibilidades, pero también de riesgos. Para los periodistas generan riesgos porque tienes muchas fuentes que a veces están contaminadas o manipuladas. Las redes deben tener unos límites en la comprobación rigurosa, sobre todo en temas sensibles como la salud. –¿No le sorprendió que le dieran el informativo de Antena 3 junto a otra mujer como Sandra Golpe? –Me sorprendió algo, pero creo que le sorprendió mucho más a la gente de fuera. Sandra es una compañera de la redacción y lo lógico es que coincidas. Lo que no es tan lógico es que siempre hayamos entendido que tiene que haber un papel repartido entre hombre y mujer, y además de forma desigual porque tradicionalmente se ha buscado un hombre que dé la imagen de credibilidad y una mujer que haga un papel más de acompañamiento.