El Pais (Valencia)

El doble error del sistema con los asesinatos machistas

43 mujeres murieron a manos de sus parejas o exparejas en 2021. Nueve habían denunciado y cinco tenían protección

- Desde 2013 han perdido la vida 46 menores por violencia vicaria Solo una de cada nueve órdenes de alejamient­o decreta pulseras telemática­s

Madrid Se llamaban Warda, Katia y Eva. Son tres de las 43 asesinadas en este 2021 por sus parejas o exparejas. Todos los casos son terribles y dejan un profundo dolor social. Pero hay veces que se encienden todas las alarmas porque las mujeres pidieron protección y no fueron protegidas, como les pasó a ellas. Warda Ouchen, que tenía 28 años y estaba embarazada de tres meses, había denunciado en dos ocasiones y llegó a tener una orden de alejamient­o que ya no estaba en vigor. Fue asesinada junto a su hijo de siete años en Sa Pobla (Mallorca) el 17 de mayo. La orden de Katia Carolina, de 35 años, sí estaba vigente. Pero su expareja la mató en la madrugada del 23 de mayo en Zaragoza. Eva Jaular y su hija de 11 meses también contaban con una orden de alejamient­o en vigor que debía protegerla­s de su expareja. Él se la saltó y ella llamó a la Guardia Civil. Los agentes acudieron al domicilio en Liaño de Villaescus­a (Cantabria) pero no detuvieron al agresor. La mujer y la bebé fueron asesinadas el 17 de diciembre.

Tras casi dos años de pandemia, y después de un 2020 que dejó la tasa más baja de asesinadas hasta la fecha, 2021 repite como el año con menos asesinatos machistas de la serie histórica, pero los expertos piden margen para poder analizar esa reducción.

Desde 2003 han sido asesinadas 1.125 mujeres por sus parejas o exparejas. Los hijos e hijas también son víctimas: desde 2013, 336 se han quedado huérfanos y han perdido la vida 46 menores, la última una niña de tres años a la que mató presuntame­nte su padre en Madrid el 30 de diciembre para después suicidarse. Es lo que se conoce como violencia vicaria dentro del maltrato machista: atacar a alguien por persona interpuest­a. En el caso más extremo, se consuma matando a los niños para hacer daño a la madre. El término violencia vicaria se ha populariza­do en este segundo año pandémico tras el caso de Anna y Olivia, las niñas a las que mató su padre en Tenerife.

Las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, y los niños y niñas asesinados en ese contexto, son los casos que se contabiliz­an oficialmen­te hasta ahora. En 2022, entrarán en la estadístic­a también el resto de feminicidi­os, los que se producen más allá de una relación sentimenta­l, como cuando una mujer es asesinada tras ser violada o cuando un maltratado­r mata a su suegra.

El análisis de los datos actuales muestra dos variables que los especialis­tas siguen analizando para buscar soluciones. ¿Por qué la mayoría de las asesinadas no habían denunciado? El 79% no lo hizo en 2021, un porcentaje similar

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