Reverdecer las cuentas
La casualidad ha querido que el acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado alcanzado entre el Gobierno del PSOE y Unidos Podemos se hiciera público en una semana especialmente trágica. Los avances que recoge en muchas materias son indudables, pero queda recorrido de mejora.
Unos días antes, los científicos y científicas del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático afirmaban tajantes en su nuevo informe que un incremento de dos grados en la temperatura media del planeta tendría efectos irreversibles. Y continuaban: para lograr que el incremento no supere los dos grados, las emisiones de gases de efecto invernadero deberán limitarse al 20% en 2030 y neutralizarse en 2075, algo a lo que los Estados no parecen estar dispuestos. El informe va más allá: para conseguir que “sólo” suban 1,5 grados, esas reducciones de emisiones de CO2 deberían ser del 45% en 2030 y nulas en 2050. Como afirmó el Ministerio de Transición Ecológica, “las conclusiones son claras: es necesaria una transformación sin precedentes para limitar el aumento de la temperatura global del planeta a 1,50C”.
Ironías del destino, a los pocos días, en Baleares primero y en Portugal, Cataluña y el sur de Francia después, tormentas y huracanes parecían advertirnos de lo que puede llegar a venir, con un resultado de varias decenas de muertos, heridos, y territorios arrasados. No por los fenómenos en sí, que son conocidos y tienen precedentes, sino porque su frecuencia y virulencia se van a incrementar a consecuencia del cambio climático, convirtiendo a la península ibérica en una de las zonas más vulnerables de Europa. Por si esto fuera poco, la política urbanística despiadada que se escondía tras el “milagro español”, y que más que ordenar el territorio lo depredó dejando tierra quemada por donde pasaba, ha hecho que veamos deshacerse como un azucarillo construcciones en zonas inundables, lo que provoca que las consecuencias también sean mayores.