“Los liderazgos femeninos tienden a ser más inclusivos”
Gloria de la Fuente
El feminismo también ha llegado a la diplomacia. Gloria de la Fuente (Santiago de Chile, 47 años), subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, es el rostro visible que en el Gobierno progresista de Gabriel Boric tiene la llamada política exterior feminista, una iniciativa lanzada por Suecia en 2014 y a la que se han sumado España, México, Colombia, Canadá, Luxemburgo, Alemania o Francia. La politóloga y académica estuvo recientemente en Madrid en una visita relámpago de 24 horas donde se reunió con miembros del Gobierno español para seguir impulsando una agenda igualitaria en las relaciones internacionales. Hija de un procurador judicial y una peluquera, Gloria de la Fuente es una firme creyente en el mérito y la lucha por la igualdad de oportunidades.“Los liderazgos femeninos tienden a ser más inclusivos”, asegura en la Casa de América de la capital española.
Pregunta. ¿En qué consiste la política exterior feminista?
Respuesta. Tiene que ver con el compromiso de la política exterior de Chile con la democracia y los derechos humanos. Es imposible pensar en la democracia del siglo XXI si no es con igualdad de género, que involucra a más del 50% de la población. Los conflictos internacionales o el cambio climático afectan de forma desigual a las mujeres y las niñas.*
P. ¿Cuál sería ese enfoque feminista en dos conflictos como Gaza y Ucrania?
R. Nuestra mirada se centra sobre el rol de las mujeres, no solo en cómo les afectan los conflictos, sino también en el papel que cumplen en la búsqueda de la paz, como establece la resolución 1325 de Naciones Unidas. Por ejemplo, en Gaza y Ucrania, dirigimos nuestra cooperación internacional a la ayuda humanitaria a esas poblaciones vulnerables: pensamos en organizaciones como Unicef y en el caso de Gaza, en la UNRWA.
P. Ha habido mujeres en el poder con perfiles muy distintos: Indira Gandhi, Golda Meir, Margaret Thatcher, Michelle Bachelet, Dilma Rousseff, Sanna Marin… ¿Hay características comunes?
R. En general los liderazgos femeninos tienden a ser más inclusivos. Cuando Bachelet asumió el poder, yo tenía poco más de 20 años y hasta entonces era imposible pensar que una mujer pudiera ser presidenta de la República. El día que ganó, había muchas niñas celebrando su triunfo con una banda presidencial. Fue un símbolo.
P. ¿Ha tenido dificultades en su carrera?
R. Siempre me preguntan quién cuida a mi hija o qué pasa con mi pareja, no veo la misma pregunta a un hombre. Y aclaro que vivo la maternidad y la vida de pareja con mucha dedicación y feliz. Somos, ante todo, un equipo. Prefiero quedarme con el desafío, en mi posición actual siento una enorme responsabilidad de abrir puertas a otras mujeres porque sé que el camino no ha sido fácil ni para mí ni para ellas. En más de 150 años de existencia, nuestro ministerio ha tenido solo dos ministras y tres subsecretarias y eso en el último cuarto de siglo.
P. ¿Cree en la meritocracia?
R. Creo en el mérito, pero para que sea una realidad hay un punto básico para desarrollar un proyecto de vida. La mía ha sido una historia de esfuerzo, pero vi en mi colegio y en mi vida muchos talentos desperdiciados por falta de condiciones materiales, educativas o socioafectivas. El mérito es posible ahí donde las condiciones para desarrollar los talentos son iguales para todos.
P. ¿Se les exige más a las políticas?
R. Que haya mujeres en política no hace más que igualar la cancha. Se tiende a pedirles una especie de cualidad extraordinaria por encima de los hombres. La exigencia respecto a la excelencia debiera ser igual para ambos, independientemente del género u orientación, particularmente en la función pública.
P. La política exterior feminista es una idea europea, ¿cómo se aplica en un continente tan desigual como América Latina?
R. Se discute mucho el concepto de Sur Global y está bien. Pero hay que ser conscientes de que las mujeres se enfrentan a una mayor desigualdad y a otros techos de cristal en América Latina.
Vicecanciller de Chile
“Es imposible pensar en la democracia del siglo XXI si no es con igualdad de género”