La UE apunta con sanciones al gas licuado ruso por primera vez
Bruselas quiere impedir que el combustible pueda llevarse a países extracomunitarios
La Unión Europea da un paso más para ahogar la campaña bélica rusa en Ucrania. Ahora, más de dos años después del inicio de la invasión a gran escala, Bruselas pone por primera vez bajo el foco el gas natural licuado (GNL) ruso, que proporciona a Moscú valiosos ingresos. El Servicio Europeo de Acción Exterior no propone prohibir las importaciones a la UE, como se le reclama desde varios frentes, pero sí su reexportación a países de fuera del club comunitario, según los documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS.
La medida, que debatirán hoy los representantes de los Estados miembros, puede tener un impacto importante en países como España, el mayor importador europeo de GNL ruso y también el mayor reexportador del mundo. El año pasado, según los datos del regulador de reguladores energéticos europeos (ACER), la UE compró 18 millardos de metros cúbicos desde ese país, el 13% del total.
Aunque es muy difícil conocer la fracción exacta que acaba siendo reexportada, los últimos cálculos del centro de estudios CREA apuntan que el 22% de las importaciones europeas de GNL acabaron siendo enviadas a otros países. El 8% de esos flujos acabaron en otros países comunitarios distintos de su destino inicial; el resto, según este ente de corte ambientalista, “aunque no entra en el sistema gasista europeo, sí permite a Rusia acceder a los mercados globales, particularmente en la región de Asia Pacífico”. La propuesta confidencial enviada por el alto representante para Política Exterior de la UE a los Estados miembros y que necesita la unanimidad de los Veintisiete propone prohibir la prestación de servicios de recarga, a efectos de operaciones de transbordo de GNL ruso, para garantizar que las instalaciones de la UE no se utilicen para transbordar ese hidrocarburo a terceros países. “Esto abarca tanto los traslados de buque a buque como los traslados de buque a costa y las operaciones de recarga marítima auxiliar. También están prohibidos los servicios que facilitan este transporte”, se lee en el documento. Esta disposición, precisa, no afecta a las importaciones dentro la UE.
“Rusia obtiene importantes ingresos de la venta y transporte de gas natural licuado”, admite la propuesta. También con el tránsito, apuntan fuentes comunitarias, que señalan que la propuesta de sancionar la reexportación busca atacar ese punto y que el Kremlin y las empresas de su órbita tengan que buscar rutas alternativas, con el correspondiente coste.
Hasta ahora, la UE ha prohibido la importación de carbón y petróleo —con limitaciones—, pero no había tocado el gas porque hay Estados miembros que todavía dependen de ese hidrocarburo que Moscú lleva décadas usando como herramienta de presión. Aunque su ingreso en la UE se ha reducido desde la invasión.