Más impuestos y empaquetado genérico
España tiene una nueva estrategia contra el tabaquismo que deberá aplicarse desde ahora y hasta 2027. El Ministerio de Sanidad aprobó ayer, con el consenso de las comunidades autónomas, un plan que marcará el rumbo de una serie de normativas. Entre otras cosas, ampliará los espacios sin humos, subirá impuestos y equiparará legalmente al tabaco las nuevas formas de fumar (como vapeadores o cigarrillos electrónicos), que ahora se comercializan sin casi restricciones. En lo inmediato nada cambia, el plan no es normativo. Pero abre la puerta a futuras acciones que comenzarán a aplicarse este año y traza un camino. La ampliación de los espacios libres de humos requiere un trámite legislativo más largo. Estas son algunas de las cuestiones que el nuevo plan abre:
¿Se prohibirá fumar en terrazas?
La prohibición de las terrazas ha sido el mayor debate social y mediático en torno al plan, pese a que es algo que no recoge de forma explícita. Una primera versión, de 2021, sí mencionaba estos ámbitos, pero en el documento que se va a aprobar se limita a enunciar que se deben ampliar los espacios sin humo, sobre todo a lugares compartidos y, especialmente, en los que haya personas vulnerables. La intención de Sanidad es prohibir fumar en las terrazas para dejar de ver normal el hábito y evitar que el humo de segunda mano perjudique a los que están alrededor, algo que se ha demostrado nocivo. Pero esto se plasmará en una ley que tiene que pasar por el Congreso.
¿Habrá prohibiciones en el ámbito privado, como en vehículos o domicilios?
Esto va a resultar todavía más difícil, por la controversia que suscita. El ministerio está dispuesto a entrar en el debate, sobre todo en el caso de la presencia de niños. Pero todo dependerá de lo que finalmente acuerden los grupos políticos en el Parlamento.
¿En qué otros ámbitos se prohibirá?
De nuevo, todo dependerá de la ley que se apruebe. Pero está sobre la mesa prohibir fumar en playas, parques (especialmente infantiles), ampliar perímetros en colegios y hospitales, campus universitarios o lugares donde las personas tengan que permanecer un tiempo, como marquesinas de autobús. También se estudiarán restricciones en lugares de mucha afluencia de público. Ahí podrían encuadrarse conciertos, festivales, manifestaciones, eventos deportivos al aire libre... El plan anima a los ayuntamientos a promover iniciativas como playas libres de humos, que ya están en marcha en algunas poblaciones.
¿Qué es y para qué sirve el empaquetado genérico?
Es una medida que consiste en que la apariencia de todas las marcas de tabaco sean iguales. Normalmente, se hace primando las advertencias sobre la salud. El primer país en aplicarla fue Australia, en 2012, y desde entonces se han sumado más de una veintena. Varios estudios han demostrado que este empaquetado baja el consumo.
¿Cuánto subirá el precio del tabaco?
La mayor parte del precio del tabaco son impuestos. En España suponen algo más del 79%, pero hay países, como Dinamarca, donde supera el
96%. Así que hay mucho margen de subida, aunque es algo que no está decidido y tendrá que ser consensuado con el Ministerio de Hacienda. El precio medio en España de una cajetilla es de 4,5 euros, algo menos que la media europea (5,4), pero muy inferior al de países como Irlanda (13,4) o Francia (10,2).
¿Cómo se regulará el vapeo?
Hasta ahora, el vapeo se vende prácticamente sin restricciones. Se puede promocionar en festivales o redes sociales y se ha convertido en la puerta de entrada a la nicotina de los más jóvenes. El plan propone imponer a todos estos nuevos productos las mismas limitaciones que tiene el cigarrillo convencional.
¿Quién tiene competencias contra el tabaco, el Gobierno o las comunidades?
Tanto el Gobierno central como las comunidades tienen competencias contra el tabaquismo. Las inspecciones, por ejemplo, dependen de las autonomías, pero las grandes leyes tienen que hacerse a nivel nacional, así como los impuestos que determinan el precio de la cajetilla, que dependen del Ministerio de Hacienda.
¿Qué pasa con las comunidades autónomas que no se sumen al plan?
El plan no va a ser sometido a votación en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, un procedimiento que reclamaban muchas comunidades, especialmente las del Partido Popular. Lo que ha propuesto el ministerio es “un acuerdo de cooperación”: Sanidad ha presentado su plan tras redactarlo con los técnicos de las comunidades y añadir la mayoría de las enmiendas que han propuesto los directores de salud púbica, y ha ofrecido a los consejeros que se adhieran a toda la estrategia o a las partes que consideren oportunas.
Todas están de acuerdo en las grandes líneas, pero las hay que recelan de algunos aspectos concretos, como que no incluya memoria económica. A efectos prácticos, da igual que las autonomías se sumen, porque todo eso depende del Gobierno o del Congreso. Sí pueden decidir cómo inspeccionan, promueven zonas libres de humo que no estén en las leyes o promocionan campañas de deshabituación al tabaco.
¿Apoyan las sociedades científicas el plan?
Todas las sociedades científicas y médicas que han sido consultadas apoyan el plan. También las principales entidades que trabajan en el ámbito del tabaquismo, como el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo y la Asociación Española Contra el Cáncer.
¿Contempla ayudas para dejar de fumar?
Sí, uno de los objetivos es incrementar el porcentaje de personas exfumadoras con respecto a las que han fumado. Hay muchas medidas como la subida de impuestos que ayudarán a esto, pero el plan también pretende garantizar el acceso dentro del Sistema Nacional de Salud a programas antitabaco.
¿Qué otras medidas incluye?
El plan tiene cinco grandes metas: prevenir el inicio del consumo de tabaco, fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar, reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco, promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo, y potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas.