El Pais (Nacional) (ABC)

El Amigo de los Loros, acorralado por 55 denuncias

El Seprona detiene en Ourense a un criador de aves exóticas “sin licencia” por supuesta estafa a clientes de diferentes zonas de España que le compraron ejemplares con documentac­ión falsificad­a

- SILVIA R. PONTEVEDRA

A. V. tiene tatuajes de loros por todo el cuerpo, también en la moto. En su casa hasta la tela del sofá es especial para que estos animales puedan vivir a sus anchas. Es el Amigo de los loros, protagonis­ta junto a sus aves psitácidas de coloridos vídeos de YouTube en los que se pueden encontrar consejos para la cría y el cuidado de papagayos, cotorras, guacamayos, ninfas y otros parientes de esta enorme y exótica familia que ronda las 400 especies. En una entrevista en Televisión de Galicia, hace dos años, A. V. contaba abiertamen­te que en su casa de Ourense convivía con “100 parejas”, es decir, 200 animales. Eso sin contar “las crías”, porque si las sumaba llegaba a “300 y pico”. En el plató del programa Quen anda aí?, el criador aparecía con Apolo en el brazo, una cacatúa tritón, blanca, de ojos azules y preciosa cresta amarilla, según él entrenada para trabajar con niños “en centros de Down y autismo”. Explicaba que sus ejemplares se vendían, dependiend­o de la especie, por entre 350 y 20.000 euros, y que era él quien elegía a los compradore­s, porque no todo el mundo estaba “capacitado” para tener un hermoso y longevo papagayo. “Un loro puede llegar a morir de pena”, recalcaba en el Faro de Vigo en 2019.

A mediados de marzo, A. V. fue detenido por agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de Ourense tras una investigac­ión iniciada en 2022, cuando se registraro­n las primeras denuncias por estafa de clientes de Cataluña y la Comunidad Valenciana. Después de conseguir centraliza­r todos los casos de fraude que han ido surgiendo por España en el Juzgado de Instrucció­n 1 de Ourense, la Guardia Civil reúne ya 55 supuestos perjudicad­os y espera que la difusión de la noticia haga aflorar más. Estas personas dicen que recibieron el ave enferma, o que se les murió al llegar, o que nunca llegó. Cuentan que jamás recibieron de parte del criador el certificad­o Cites (Convención sobre el Comercio Internacio­nal de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), los papeles que se exigen a cualquier dueño de una de estas aves y que se vinculan a una anilla en la pata, que en este caso, según la Guardia Civil, “era también falsa”.

Las fuentes del Seprona consultada­s añaden que los únicos documentos que el youtuber les enviaba con los loros a esas personas que pagaban “1.000 o 2.500 euros” eran unos análisis falsificad­os: pruebas de sexado con el membrete de un laboratori­o de Pontevedra, y documentos con el sello de otro de Madrid que garantizab­an que los animales no portaban infeccione­s, como la peligrosa bacteria Chlamydia psittaci, transmisib­le a los humanos. La Guardia Civil cuenta que estos laboratori­os se han unido a la causa como perjudicad­os. No reconocen como suyos esos informes.

“No hay muchas personas que tengan estas aves, así que los que se van conociendo forman grupos de WhatsApp”, comenta un integrante del equipo del Seprona de la comandanci­a de Ourense. Fue por esta vía como entraron en contacto distintos clientes supuestame­nte estafados por A. V. “Ninguno de ellos tenía el certificad­o Cites” que expide el Gobierno, asegura el guardia civil, y A. V., “que no estaba dado de alta como criador, ni tampoco su criadero”, nunca llegó a registrar oficialmen­te ninguno de los polluelos.

La Guardia Civil está convencida de que vendía ejemplares nacidos en su casa (burlando la obligación legal de notificar cada huevo de psitácida que incubaba) e investiga ahora sus relaciones con Portugal. Sospecha que esta frontera era la puerta para introducir ejemplares del comercio internacio­nal de “especies muy protegidas” de Brasil y Ecuador, “de las que él no tenía parejas” con las que obtener puestas. “Esa va a ser la forma de demostrar que, además de delitos continuado­s de estafa y falsedad documental, cometió tráfico e importació­n ilegal de aves de 32 especies protegidas”, asegura el Seprona. “Al mismo tiempo, se busca una solución para legalizar todos estos loros que para el Gobierno no existen”.

En conversaci­ón telefónica con EL PAÍS, el criador niega que sus aves no tengan el Cites en regla: “He vendido más de 2.000 loros y todos con el certificad­o; solo dos personas no lo tienen todavía y es porque aún tiene que venir de Portugal”. Este vecino de Verín (Ourense) asegura que la investigac­ión se basa en “mentiras” de “29 personas”. “Fueron ellas quienes mataron a sus animales, y en un caso fue MRW, la empresa transporti­sta, porque el pollo murió de hipotermia en el viaje”, justifica. “Llevo años ayudando desinteres­adamente a la gente, en mi canal de YouTube, con miles y miles de visitas, tengo un vídeo en el que salgo yo explicando qué papeles hay que exigir cuando se compra un loro... personas que compraron animales a timadores venían luego a mí en busca de ayuda”.

A. V. salió varias veces en la prensa hablando de sus aves. Cuenta que llegó a las psitácidas “por casualidad”, un día que fue a Carrefour, vio una ninfa, la compró y la bautizó con el nombre de Elvis. Ha exhibido en las entrevista­s a su pareja de loros yacos, de color gris, Vera y Elmo. El Seprona llevó a cabo una “comprobaci­ón” rutinaria de su colección de aves (17 parejas) en 2019, al descubrir que tenía muchos ejemplares. “Entonces no sospechába­mos que vendiese, él nos dijo que no lo hacía”, cuenta un portavoz. Hasta tres años después, cuando empezaron las primeras denuncias, algunas presentada­s ante los Mossos d’Esquadra, no pusieron de nuevo el foco en él.

El investigad­o explica que los polluelos que se murieron después de ser entregados lo hicieron debido a los malos cuidados de los compradore­s. “Yo les iba mandando pautas de alimentaci­ón, de cómo ir cambiándol­es la dieta en los primeros meses y los advertía de las frutas que no pueden comer, porque se les para el buche”, relata el criador. “Todo esto se va a ver en el juicio, lo puedo demostrar”.

Una hamburgues­ería

“El año pasado por estas fechas”, recuerda un agente, “notamos un bajón muy grande en su actividad y dejó de colgar sus vídeos en el canal Amigos de los Loros”. La investigac­ión nacida de las reclamacio­nes de particular­es llevaba un año en marcha, “y él, que estaba también en foros de WhatsApp de dueños de loros, pudo enterarse”, reconoce el guardia civil. En 2023, el criador, de 49 años, había cambiado su residencia, había dejado su negocio de tiendas de telefonía (cuyo CIF, según la investigac­ión, “utilizaba para el criadero”, conocido como Aviario AVA) y había iniciado una nueva existencia como hostelero, cuentan desde el Seprona. La prensa local cubría el estreno de su hamburgues­ería de Verín.

El 15 de marzo, los teletipos daban un titular distinto: “Cae en Ourense una trama de tráfico ilegal de aves con conexiones internacio­nales y estafados en toda España”. El caso, bautizado por los investigad­ores como Operación Arensivia, en recuerdo del simpar sargento de las tiras cómicas Historias de la Puta Mili, de Ivà, trascendió en foros de amantes de los papagayos mucho antes de que la Guardia Civil informase del arresto de A. V. y la investigac­ión de dos mujeres, su pareja y la gerente de una clínica veterinari­a de Verín, como presuntas “cooperante­s necesarias”. Mensajes escritos hace meses en una página que recoge comentario­s y puntuacion­es de usuarios de restaurant­es ya le pedían cuentas al sospechoso: “Estafador y maltrato animal”, “solo decir que el señor A.V. [...] ha estafado a muchísimas personas”.

En sus vídeos, A.V. aparece “empapillan­do” delicadame­nte a sus bebés con una jeringuill­a. “Se entregan con tres meses”, contaba en la televisión, “la primera cara que ven al nacer es la mía, y les quito la herencia genética de salvajismo dándoles papilla cada día. Tiene que estar a 42 grados, como si se la diesen sus padres”, a más temperatur­a “se les quemaría el buche”.

Vendía los animales por entre 350 y 20.000 euros, según la especie

Dos mujeres son investigad­as como cooperador­as necesarias

 ?? ?? Detención de A. V. en Verín, el 22 de marzo, en una fotografía difundida por la Guardia Civil de Ourense.
Detención de A. V. en Verín, el 22 de marzo, en una fotografía difundida por la Guardia Civil de Ourense.

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