El Pais (Nacional) (ABC)

El PP se desmarca de la comisión sobre la compra de mascarilla­s en todas las administra­ciones

Sumar y los grupos minoritari­os claman contra el clima de enfrentami­ento en el Congreso por la corrupción

- XOSÉ HERMIDA

El PP quiere llegar “hasta el final” para conocer el alcance del fraude en la venta de mascarilla­s durante lo peor de la pandemia. Eso sí, siempre que se investigue en el Senado, donde tiene mayoría absoluta. El dominio de los populares en la Cámara alta garantiza una investigac­ión “verdaderam­ente independie­nte”, en palabras de la diputada Macarena Montesinos, y focalizada en el Gobierno central y el caso Koldo. Cosa distinta es el Congreso, que también acordó ayer crear otra comisión para ir más allá e indagar en las compras de material sanitario de todas las administra­ciones, incluidas las gobernadas por el PP. En ese caso, los populares echan en falta la independen­cia de la que sí goza el Senado bajo su mayoría. Y es que, según los criterios del PP, la presidenta de la Cámara baja, la socialista Francina Armengol, debería dimitir con carácter previo a cualquier investigac­ión, una vez que el Gobierno balear que ella presidía compró en su momento mascarilla­s a la trama Koldo.

Con semejante despliegue argumental, el PP se abstuvo en la votación para crear la comisión en el Congreso, que salió adelante con el apoyo de todos los demás grupos, excepto Vox. La extrema derecha se mostró más expeditiva aún: se opuso a la investigac­ión por el hecho de que la solicitaba el PSOE, un partido cuyo lema fue reescrito por el diputado ultra Jorge Campos como “145 años de historia y ninguno de honradez”.

Rodeado de periodista­s en el patio del Congreso a la conclusión del pleno, el portavoz popular, Miguel Tellado, se mostraba ofendido: “El Gobierno viene aquí a gritar y a insultar”. La víspera, Tellado había logrado en dos minutos y medio llamar ocho veces corrupto al Ejecutivo. La sesión de ayer se había abierto con un insulso debate para ratificar diversos acuerdos internacio­nales, asuntos bien lejanos de la disputa política nacional que, sin embargo, brindaron al popular Juan Diego Requena la ocasión de denunciar que los socialista­s se confabulan en “reuniones nocturnas para repartirse mordidas y estafar a los ciudadanos”.

El plato fuerte de la jornada era la solicitud para crear la comisión sobre las mascarilla­s. Salió a defenderla la portavoz de la ejecutiva del PSOE, Esther Peña, quien prometió investigar “sin dobles varas de medir, con transparen­cia absoluta, caiga quien caiga”. Peña no ahorró su ración de leña al PP. Señaló que mientras los socialista­s fuerzan dimisiones ante los casos que los salpican, el PP “amenaza a los periodista­s”, en alusión evidente a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Se preguntó si el apoyo de Alberto Núñez Feijóo a Ayuso por el fraude fiscal de su pareja se debe a “cobardía o complicida­d”. De inmediato, se contestó ella misma: “Por las dos cosas”.

El borrascoso espectácul­o de los últimos días, con el PP y el PSOE lanzándose a la cara las peores acusacione­s, hablando de mafias, de narcotráfi­co o de prostituci­ón, provocó la reacción de algunos de los grupos más pequeños. “Ya no nos queda nada por oír aquí”, lamentó Cristina Valido, de Coalición Canaria, quien comparó el ambiente parlamenta­rio con el de una taberna. Mikel Legarda, del PNV, trató de poner calma recordando que todas las administra­ciones incurriero­n en prisas para hacerse con material sanitario cuando no lo había. A Oskar Matute, de EH Bildu, los ataques cruzados entre las dos principale­s fuerzas le recuerdan a “un partido de tenis con empate infinito”. Javier Sánchez Serna, de Podemos, se refirió a PP y PSOE como “el turnismo de la corrupción”.

Dentro del Gobierno, el socio minoritari­o también disiente de la estrategia de choque que cultiva el PSOE. Los miembros de Sumar se afanan por desvincula­rse y exterioriz­ar su disgusto. Quedó patente en la intervenci­ón de su portavoz adjunta, Aina Vidal, quien deploró que se esté sembrando el “hastío ciudadano” y la “devaluació­n de la democracia”. “Comparto la rabia que se siente cuando, después de mil horas de trabajar y de mil problemas, llegas a tu casa y lo único que escuchas son palabras como comisiones, mascarilla­s, maseratis, artículo de lujo, fraude a Hacienda, putas o cocaína”, clamó.

La diputada recreó los momentos más dramáticos de la pandemia, cuando los muertos diarios se contaban por cientos y la gente estaba encerrada en sus casas; algunos, como ella misma, sufriendo “un segundo confinamie­nto”. Se refería a que en esas semanas, Vidal estaba convalecie­nte de un cáncer. Mientras iba desgranand­o su relato de aquellos días, un alegre murmullo de fondo recorría el hemiciclo, con los diputados a lo suyo, unos de charleta y otros pendientes de sus teléfonos.

Los llamamient­os a rebajar la tensión quedaron en nada cuando la popular Montesinos se subió al estrado para cerrar el debate. Durante ocho minutos, repitió el relato del PP que ensucia a medio Gobierno y sostiene, sin haber explicado todavía en qué se basa, que Pedro Sánchez lo sabía todo desde hace dos años. Montesinos descargó todo lo que tenía a mano contra Armengol, incluido el caso de unas menores bajo tutela del Gobierno balear que fueron prostituid­as. Fiel a la nueva consigna de Feijóo de mezclar en el torbellino de supuestas corruptela­s a la esposa del presidente, Begoña Gómez, la diputada sentenció: “Sánchez y Ábalos son dos caras de la misma moneda, como lo son Sánchez y Begoña”.

Cuando, ya al final, empezó a anunciar que su grupo no apoyaría la comisión, en la bancada socialista se levantaron carcajadas y protestas. Montesinos apenas lograba hacerse oír y acabó pidiendo ayuda a Armengol para acabar su intervenci­ón. Al bloque de la derecha no se sumaron ni Coalición ni Unión del Pueblo Navarro, que votaron a favor con los aliados habituales del Gobierno. Cuando se leyó el resultado (175 a favor, 33 en contra y 136 abstencion­es) los socialista­s aplaudiero­n. El ministro de Transporte­s, Óscar Puente, contó luego en X que Tellado, antes de salir al patio a deplorar los “insultos” del Gobierno, comentó: “Los vamos a investigar y aplauden. Son gilipollas”.

El PSOE promete investigar “sin dobles varas de medir”

Los llamamient­os a rebajar la tensión quedaron en nada al cierre del debate

 ?? ?? La vicepresid­enta Montero se dirigía al ministro Óscar Puente, ayer en el Congreso. EDUARDO PARRA (EP)
La vicepresid­enta Montero se dirigía al ministro Óscar Puente, ayer en el Congreso. EDUARDO PARRA (EP)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain