Un fraude confeso que empezó dos meses después del noviazgo con la presidenta
Isabel Díaz Ayuso respondió el miércoles en rueda de prensa que los hechos investigados ocurrieron antes del comienzo de la relación, pero no es cierto
La exclusiva del romance de la presidenta madrileña la dio la revista Lecturas el 26 de mayo de 2021, acompañada de unas fotos de ambos paseando junto al mar en Ibiza. Isabel Díaz Ayuso había arrasado en las elecciones tres semanas antes. Su nueva pareja, el “técnico sanitario” Alberto González Amador, había multiplicado por seis sus ingresos el año anterior. En julio, llegó la hora de justificar ante Hacienda su buena racha. Entonces, cuando ya eran novios, González presentó unas cuentas trucadas, un presunto delito fiscal de 350.951,41 euros que ha sido conocido tras una publicación de eldiario.es el pasado martes. Un nuevo embrollo con origen en el entorno familiar de Ayuso.
La presidenta respondió el miércoles en rueda de prensa que los hechos ocurrieron antes del noviazgo y eso no es cierto. La realidad es que los problemas para González comenzaron dos meses después de iniciar su relación con Ayuso, en julio de 2021, durante la campaña de presentación del impuesto de sociedades por el ejercicio del año anterior, que va del 1 al 25 de ese mes. Semanas después, Hacienda echa el lazo. La cronología de este caso se puede contar en cuatro etapas:
El pelotazo. Como tantos escándalos de los últimos años, el origen reside en un contrato de mascarillas cuando estalla la pandemia del coronavirus. Lo común de González es que ejerció de comisionista, como tantos otros en aquellos tiempos de extrema necesidad. Lo extraordinario es que, según su versión, él se movió antes que nadie.
Según su relato ante Hacienda, se puso manos a la obra en enero de 2020, dos meses antes de la crisis sanitaria en España, pero ese extremo ha sido desmentido a este periódico por los dos empresarios españoles con los que colaboró, de la compañía catalana FCS Select Products SL y de la gallega Mape Asesores SA.
González ha asegurado a los investigadores que las partes sostuvieron reuniones y videoconferencias que acabaron con un trato el 25 de enero, con él presente en Nueva York junto a otra empresa intermediaria, radicada en Florida. Pero FCS y Mape dicen que no hubo contactos hasta marzo, cuando surgió la urgencia por encontrar mascarillas. Además, las dos compañías desconocían la participación de esta supuesta firma estadounidense, IHD Inteconn, cuyo nombre ni siquiera aparece en el registro oficial de empresas del Estado de Florida.
Lo que sí es real, dicen los otros empresarios, es que González pactó una comisión del 4,5% con FCS, con presencia en
China, para que le encontrara clientes a los que vender material sanitario. Y González halló a un gran comprador, el importador sanitario Mape, que compró mercancía para revenderla a empresas y administraciones españolas. La compañía gallega hizo dos adquisiciones a FCS por 45 millones de euros: el 5 de mayo y el 5 de agosto. Ese negocio reportó a la sociedad Maxwell Cremona, de la pareja de Ayuso, 1,9 millones de euros, casi la totalidad de los 2,3 millones que ingresó en 2020.
La buena racha de González continuó en 2021. Ese año su principal cliente fue el grupo Quirón, donde él trabajó previamente como consultor externo. Su empresa Maxwell Cremona facturó 1,3 millones de euros y una segunda sociedad adquirida ese año por González, Masterman & Whitaker, ingresó otros 327.000 euros.
A pesar de esos ingresos tan altos, González apenas pagó a
Hacienda. Por el ejercicio 2020, la Agencia Tributaria le devolvió a su sociedad Maxwell 1.353 euros. Y por el de 2021, solo abonó 7.029 euros. Esa insignificante factura fiscal tenía truco. Los ojos de los inspectores se colocaron en las declaraciones. El 12 de mayo de 2022 saltaron las alarmas de la Agencia Tributaria.
Los cooperadores. La Fiscalía no solo ha denunciado a la pareja de la presidenta madrileña. El ministerio fiscal ha puesto la lupa también en otras cuatro personas: tres sevillanos y un presunto empresario mexicano. Todos forman parte de este entramado con el que González Amador, el novio de Ayuso, buscaba reducir sus impuestos.
Los sevillanos tienen entre 34 y 55 años. Los tres viven, casi puerta con puerta, en Arahal, un municipio de 20.000 vecinos a 45 minutos en coche de la capital andaluza. La pareja de la presidenta facturó falsamente a seis empresas de aquí 180.395 euros.
David Herrera Lobato regenta una gestoría en el pueblo con 18 empresas a su nombre. Y los hermanos José Miguel Carrillo, camarero, y Agustín Carrillo, panadero, otras seis. “¿De qué voy a conocer yo a un tío de Madrid?, ¿cómo voy a conocer yo a Alberto?”, argumentaba a este diario el gestor Herrera el pasado miércoles. “Mi empresa ha saltado porque un inspector de Hacienda ha tirado facturas para atrás, pero esto es muy normal que se haga. Yo me defenderé en la Fiscalía”. Aseguraba que la conexión con el novio de Ayuso venía de un “cargo medio” de un Hospital Quirón de Sevilla, y que este empleado, del que no recuerda con precisión el nombre, le habría pedido unas facturas por una serie de trabajos en el centro sanitario.
El gestor Herrera tiene 18 empresas, según el Registro Mercantil. De estas, Púrpura Star SL se dedica a la fabricación, asesoramiento e instalación de productos y paneles fotovoltaicos. La pareja de Ayuso hizo a través de una de sus sociedades cuatro facturas presuntamente falsas en 2021 a Púrpura Star SL por un importe de 12.800 euros cada una, lo que suma 51.200 euros. Ese mismo año, la pareja de Ayuso se habría deducido falsamente con la sociedad Bianconera de Servicios Profesionales SL, también de Herrera, facturas ficticias por un importe que suma 66.000 euros.
En el caso de los hermanos Carrillo, la conexión sería la siguiente. José Miguel creó la empresa Bianconera Spa Sociedad Limitada el 16 de junio de 2021. La pareja de Ayuso facturó a esta empresa de manera falsa un importe de 10.500 euros. Agustín, el otro hermano, cuenta ahora mismo con siete empresas. Y el novio de la presidenta se habría deducido indebidamente con tres de ellas 52.695 euros. Este asegura que no ha recibido ni un duro de nada. Que fue su vecino, el
Los hermanos Carrillo, también imputados, niegan conocer a González
gestor Herrera, quien creó estas empresas. Desconoce cómo ha podido pasar todo esto. Tampoco conoce a la pareja de Ayuso. “No soy terrorista ni ningún político”, aseguraba el martes en la puerta de su casa. “Yo qué voy a conocer a ese hombre [la pareja de Ayuso]. Lo que me faltaba. Pensaba que estaba soltera”.
El cuarto denunciado es un presunto empresario mexicano de nombre Maximiliano Eduardo Niederer, que reside en Madrid. Niederer cuenta con cinco empresas en España, cuyas sedes se ubican en el madrileño distrito de Retiro. Sin embargo, la Fiscalía señala dos que están fuera de España. Una en México, Mke Manufacturing SA, y otra en Costa Rica, Gayani Ltd.
Según la denuncia de la Fiscalía, el novio de Díaz Ayuso se dedujo 620.000 euros por unas facturas emitidas a la sociedad mexicana. “Y no realizó ningún servicio o trabajo”, señala el informe. Lo mismo hizo en 2021, pero con la empresa costarricense por un importe de 922.585,63 euros.
El otro mecanismo supuestamente defraudador que detectan los inspectores de Hacienda es el uso de una sociedad pantalla por parte de la pareja de Ayuso. González ubicó “de forma ilícita” parte de sus ingresos de 2021 en su empresa recién adquirida Masterman & Whitaker, con el fin de un ahorro fiscal. Los investigadores averiguaron que estos servicios, a Quirón, fueron prestados por Maxwell porque la nueva compañía no tenía medios materiales.
12 de marzo, estalla el caso. La Agencia Tributaria, que ya había empezado a investigar estos presuntos fraudes el 12 de mayo de 2022, cierra su expediente el 22 de enero de 2024. Propone a la Fiscalía que denuncie a la pareja de Ayuso y a los otros cuatro implicados porque la cuantía defraudada supera los 120.000 euros, lo que constituye un delito de fraude fiscal.
Solo 11 días después, el 2 de febrero de este año, la Fiscalía recibe un correo electrónico del abogado del novio de la presidenta madrileña donde reconoce “íntegramente los hechos”. La Fiscalía toma nota.
El 13 de febrero, la Fiscalía formula su denuncia y el 20 lo remite a los juzgados de plaza de Castilla. El 12 de marzo, este martes a las seis de la mañana, estalla el caso cuando eldiario.es da la noticia. A las 8.50, el fiscal remite la denuncia por correo al abogado para facilitarle el derecho de defensa y le reitera, como ya hizo el 13 de febrero, que no habría obstáculos para alcanzar un acuerdo.
4. La reacción de Ayuso: víctima de un complot. Tras conocerse la noticia, la presidenta madrileña trata de confundir a la opinión pública con las fechas de su noviazgo. “Quiero aclarar, que [esto] se ciñe a una etapa de su vida, la de este particular, cuando ni siquiera éramos pareja”. Sin embargo, sí lo eran.
Atribuye la denuncia y la inspección tributaria a una persecución “de todos los poderes del Estado”, con frases como: “Es una inspección fiscal salvaje y sacada de quicio”. “Si, después de toda una vida trabajando, esta persona [su pareja] tiene un patrimonio y se puede permitir comprar una casa, un coche o siete, mientras esté legal, mientras esté todo en a, mientras esté ante notario, soy libre de subirme en ese coche o de meterme en esa cama”. “Buscan desestabilizarme a través de mi destrucción personal”. “Pedro Sánchez está sentado en la corrupción política y económica y esto no lo va a tapar”.
Horas más tarde, el equipo de la presidenta cambia el guion. Busca confundir de nuevo a la opinión pública con el correo electrónico de la Fiscalía del martes, que acaba filtrando a medios afines. Se da a entender que la propia Fiscalía ha esperado a que se publicara la noticia para proponer un acuerdo y así dañar a la presidenta y a su pareja. Sin embargo, el mensaje era el último de la cadena de emails entre ambas partes que había comenzado el 2 de febrero el abogado de la pareja de Ayuso. Para ratificar un pacto de este tipo –muy habitual entre los delitos de fraude fiscal— hace falta formular una denuncia y que el juez la admita.
Desde el miércoles, Ayuso no responde ante la prensa y su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, ha tomado el control de las respuestas. El jueves, a las ocho de la tarde, continuaba con la estrategia polarizadora en su perfil de X: “No pueden matar a Díaz Ayuso!! Nos gusta la fruta!!!”.