Sánchez contrataca al PP con la vieja relación de Feijóo con un narco
La derecha golpea al PSOE con el ‘caso Mediador’ en pleno enfrentamiento de los socios de Gobierno por la ‘ley del solo sí es sí’ en el Día Internacional de la Mujer
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aludió ayer en el Congreso a las imágenes que salieron a la luz en 2013 y que revelaban la amistad que había mantenido en los años noventa el entonces dirigente del PP gallego y hoy líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, con un conocido narcotraficante, Marcial Dorado. El presidente del Gobierno respondió así a las críticas del PP por el caso Mediador, la trama de supuesta corrupción política y empresarial desarticulada en Canarias y por la que fue detenido el ya exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo. En el sumario del caso constan fotos de supuestas fiestas con prostitutas organizadas por la trama corrupta, y a ellas aludió el PP para cuestionar también las convicciones feministas de los socialistas. La sesión de control al Gobierno estuvo marcada por la división del feminismo en este 8-M, Día Internacional de la Mujer, una división de la que la oposición culpa a las políticas del Ejecutivo, especialmente por las rebajas de penas a agresores sexuales derivadas de la aplicación de la ley de libertad sexual.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, afirmó que Pedro Sánchez encabeza “el ranking” del peor Gobierno para las mujeres. Sostuvo que estas no son su prioridad y le exigió que les pida perdón “por el daño que les está haciendo”. Sánchez se felicitó por el Día de la Mujer, por las ideas implantadas en toda la acción del Ejecutivo para beneficiar a las mujeres, y contratacó con las alianzas de PP con la extrema derecha de Vox y por sus periódicos recursos en el Tribunal Constitucional contra determinadas leyes que recogen derechos para las mujeres, como la del aborto en 2010. Gamarra echó en cara a Sánchez su “espantada” de la tarde anterior al no acudir al Congreso para arropar a la ministra de Igualdad, Irene Montero durante el debate y al ausentarse de la votación con la que se emprendió la reforma de los artículos más polémicos de la ley del solo sí es sí, asunto en el que el PSOE y Unidas Podemos han mostrado su división.
La secretaria general y portavoz del PP, al igual que luego hicieron más diputados de ese partido y de Vox, pasó luego al caso Mediador —que llaman caso del Tito Berni, en alusión al exdiputado del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo— para intentar entrampar a Sánchez y a los socialistas en la marejada de la corrupción. Para Gamarra, la única prioridad de Sánchez, tanto el 8-M como cualquier día, es “su supervivencia política”.
El jefe del Ejecutivo ya no eludió más ese cebo. Recordó que el último Gobierno del PP de Mariano Rajoy acabó sucumbiendo en las Cortes y en la justicia por la corrupción; y fue entonces cuando llegó a su réplica indirecta sobre el caso Mediador. “Nosotros podemos tener algún polizón en el barco, pero, cuando eso sucede, lo bajamos inmediatamente a tierra”, dijo, haciendo referencia a que el PSOE obligó a dimitir a Sánchez Curbelo cuando estalló el escándalo. “Y le digo más: cuando yo me subo a un barco, lo primero que hago es comprobar quién es el patrón. Y creo que ustedes me entienden”, soltó Sánchez. Todos comprendieron rápidamente la mención implícita a la foto publicada por EL PAÍS en 2013 en la que se veía a Alberto Núñez Feijóo en 1995 en un yate
de recreo junto al contrabandista Marcial Dorado, que años después sería condenado por narcotráfico.
La estela marcada por Gamarra fue la que siguió a continuación el presidente de Vox, Santiago Abascal, para achacar al presidente que con sus medidas y alianzas ha desprotegido “a las mujeres de toda edad y condición”, encadenando datos sobre violaciones y agresiones sexuales en España. Sánchez aprovechó las alusiones de Abascal a la falta de mujeres en su gabinete de La Moncloa (el círculo más estrecho del presidente) para refrescarle al líder de Vox “los 12 hombres sin piedad” que rodearon en una fotografía a Ramón Tamames, el candidato de la formación ultra a la moción de censura.
Presunto “chivatazo”
El caso Mediador se fue colando en las sucesivas preguntas de la sesión, tanto si los diputados en cuestión se interesaban por las cuotas de empleo femenino como si lo hacían por la pérdida de poder adquisitivo de las mujeres. Apareció incluso en las preguntas lanzadas a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, que vio al popular Carlos Rojas muy “excitado” con ese escándalo. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, consideró muy “alterada” a la popular Belén Hoyo al achacarle “doble moral” por no haberse pronunciado sobre las andanzas nocturnas de Fuentes Curbelo. Tambíen recibieron andanadas la ministra de Justicia, Pilar Llop, y el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, al que se intentó relacionar con un presunto “chivatazo” de información privilegiada en esa operación policial y judicial. Los interpelados optaron por ofrecer algunos datos de los logros y mejoras de las mujeres en esta legislatura y por compararse con acciones y dejaciones de ejecutivos del PP, sobre todo, ante los escándalos de corrupción de los populares, con especial mención a la Operación Kitchen.
Un diputado de Vox, José María Figaredo Álvarez-Sala, preguntó a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cómo se deberían rastrear desde ese departamento los fondos públicos presuntamente gastados en la trama “del Tito Berni”. Montero consideró una “desvergüenza” que el diputado hiciera esa alusión siendo sobrino de Rodrigo Rato, exministro y exvicepresidente de Economía de los gobiernos de Aznar que ha pasado varios años en la cárcel por distintos escándalos.