El nuevo secretario de la CEE, García Magán: “Jesucristo no inventó el matrimonio”
El obispo pide que no se condene otras uniones diferentes a la cristiana
El nuevo secretario de la Conferencia Episcopal (CEE), el obispo César García Magán, ha dado un giro al discurso que hasta ahora había tenido la Iglesia católica española. Durante la rueda de prensa de ayer tras la asamblea plenaria de los prelados españoles, el también portavoz pidió a la sociedad que no condene los nuevos modelos de familia, e insistió, por primera vez, en “encauzar” los procedimientos de los obispos en el escándalo de la pederastia para dar justicia a las víctimas que sufrieron abusos en el pasado. Ante las preguntas sobre el anteproyecto de ley de familias, García Magán huyó de la postura conservadora eclesiástica.
“En el contexto de una sociedad democrática y plural”, la Iglesia tiene el derecho a proponer el modelo de familia que marca el evangelio, según explicó ayer, pero que eso no significa que condene o excluya a nadie que elija otra opción. “Jesucristo no inventó el matrimonio. Lo que hizo es coger esa institución y decir que cuando se da entre bautizados es un sacramento. (...) Por lo tanto, los obispos presentamos eso porque es nuestra posición, respetando las demás y pidiendo también que sea respetada”, subrayó el prelado.
Las palabras del nuevo portavoz contrastan con las que, hasta ahora y desde la aprobación del matrimonio igualitario en 2005, habían lanzado sus predecesores, que subrayaban que el matrimonio solo es la unión entre un hombre y una mujer. Cabe destacar, que el lunes, el presidente de la CEE, el cardenal Juan José Omella, volvió a arremeter contra la nueva ley trans , a la que ya anteriormente la dirección de la Conferencia había definido como “la perversión de una legislación ideológica”.
El nuevo portavoz también valoró otros temas, como la rebaja de condenas tras la aprobación de la ley del solo sí es sí. “Somos conscientes de las dificultades jurídicas y las consecuencias de alarma social. Cuando una ley se ve que es imperfecta, se resuelve en el Parlamento. Los jueces no tienen la culpa, no hay que culpabilizar, o mejor, responsabilizar a los jueces”. Aprovechó también para calificar como “preocupante” la violencia contra la mujer en la sociedad española: “Es condenable, execrable, y nunca justificable”.
Su enfoque sobre el escándalo de los abusos en la Iglesia también difiere del de su antecesor, Luis Argüello. Mientras este último se limitaba a hablar de “denunciantes”, a justificar el problema en que “solo eran unos pocos casos”, García Magán habla de “víctimas”, insiste en la necesidad de estar siempre con ellas y define el asunto como “un problema social en el que, lamentable y condenablemente, la Iglesia está involucrada”. Durante su alocución, avanzó que los obispos han aprobado “un protocolo de prevención y actuación”, con novedades como el derecho a una reparación económica de los afectados.
No obstante, la Conferencia Episcopal sigue sin afrontar las acusaciones de encubrimiento de casos de pederastia que pesan sobre al menos 39 obispos españoles, 14 de ellos vivos y algunos de ellos presentes en la votación del secretario general. Precisamente en la diócesis de Toledo, de la que García Magán ha sido vicario general, hay un polémico caso en el que está en duda la actuación del obispado, que desoyó durante años a una víctima.