Eva y María Magdalena con gafas feministas
Teólogas católicas y protestantes revisan el texto cristiano un siglo después de la primera ‘Biblia de la Mujer’
La veintena de teólogas e historiadoras que están detrás de Una Biblia de las Mujeres podrían haber propuesto un nuevo mandamiento: no tirarás la Biblia aunque seas feminista, y tampoco rechazarás el feminismo porque seas cristiana. Han preferido dejarlo como mera guía inspiradora de un libro que busca cambiar la actitud de “cólera” de muchas mujeres hacia el texto fundamental del cristianismo “tanto tiempo utilizado para perpetuar numerosos estereotipos patriarcales sobre la mujer”, explican en la introducción de la obra.
La idea surgió, precisa en conversación telefónica Lauriane Savoy, codirectora del proyecto, de la constatación de que “hay muchas mujeres que no conocen los textos bíblicos, pero sí tienen muchos prejuicios, creen que son caducos, vehículos de estereotipos incompatibles con la igualdad y el feminismo de hoy”. Para las autoras de Una Biblia de las Mujeres, protestantes como Savoy, católicas, procedentes de cuatro generaciones y de varios países francófonos, “se puede leer la Biblia siendo feminista, e incluso su lectura puede nutrir el feminismo”.
Sobre todo porque, sostienen, no se puede comprender el mundo de hoy sin la Biblia. “Es uno de los textos fundadores de nuestra cultura, no solo la europea, y es muy importante, de un lado, conocerlo para comprender cómo ha evolucionado la historia. Pero también para responder a los argumentos antifeministas, porque todavía hay contextos en los que se utilizan extractos precisos de la Biblia para legitimar la sumisión de la mujer”, señala Savoy desde Ginebra, donde enseña Teología Práctica en la Universidad de Ginebra, fundada en el siglo XVI por Calvino.
Y textos difíciles de explicar con una visión feminista abundan en la Biblia, reconocen las autoras. Como la cuestión del “pudor” y la “sumisión” de la mujer en la Epístola de Pablo a los Efesios, o el papel “limitado”, desvirtuado o directamente ignorado de las mujeres en la Biblia.
“La tradición, durante siglos, ha querido limitar mucho los personajes femeninos; tenemos a Eva como una mujer creada de la costilla de Adán y la responsable de la caída de la humanidad, o la figura de María, madre y virgen, un modelo imposible de imitar por las mujeres”, apunta la teóloga. Todo ello, agrega, cuando hay muchas otras mujeres “valientes, con un papel importante, que no corresponden a estereotipos” en los textos sagrados. Como las profetisas Deborah y Hulda en el Antiguo Testamento, “mujeres que tienen una posición de autoridad en la sociedad y que son escuchadas”. O la propia María Magdalena, una “figura fundamental para el cristianismo, una figura profética” pero que durante siglos fue presentada como una mera prostituta, recuerda Savoy.
Este libro se inspira abiertamente en la Biblia de la Mujer compilada a finales del siglo XIX por la sufragista estadounidense Elizabeth Cady Stanton (1815-1902) y otra veintena de mujeres. “Pensamos traducirla al francés y añadir comentarios, pero nos dimos cuenta de que había sido ya superada, no solo por la teología feminista, sino también por los biblistas masculinos que las últimas décadas han estudiado sobre el lugar de la mujer en el texto”.
Esta nueva Biblia, una obra de 281 páginas, revisa críticamente los pasajes más polémicos del texto cristiano y de las interpretaciones a lo largo de los siglos. Y no va dirigida a religiosos o teólogos, sino a un público general y tanto a mujeres como a hombres, “que también deben reflexionar sobre la imagen de la mujer que tienen y la que ofrece la Biblia”, señala Savoy. Publicada ya en francés, podría llegar pronto al mercado español. Según su editorial, Labor et Fides, dos casas españolas ya han mostrado su interés.
El libro pretende cambiar la actitud que mantienen muchas mujeres