El Gobierno espera pactar en octubre con Londres el papel de Gibraltar en el Brexit
El Gobierno confía en que la negociación que mantiene con Reino Unido sobre Gibraltar dé frutos pronto. El presidente, Pedro Sánchez, espera un acuerdo en octubre, antes de concluir el pacto europeo del Brexit al que debería incorporarse un protocolo específico sobre la colonia británica. Para facilitarlo, el jefe del Ejecutivo excluye de las expectativas la difícil aspiración del uso conjunto del aeropuerto gibraltareño. “Quedan algunas complicaciones, pero hay voluntad del Gobierno español y del británico para un acuerdo en octubre”, señaló ayer.
Sánchez trasladó este mensaje durante la conferencia de prensa posterior a la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno europeos han mantenido durante dos días en Salzburgo (Austria). El presidente trasladó a sus colegas el alcance de las discusiones con Londres sobre Gibraltar. “He encontrado el apoyo de mis socios en esto”, aseguró. El Ejecutivo pretende que esos arreglos para paliar las desigualdades económicas que se dan entre el Peñón y su entorno, el Campo de Gibraltar, cristalicen en un protocolo europeo, anejo al acuerdo de retirada de Reino Unido de la UE, según reveló EL PAÍS el pasado lunes.
Las complicaciones a las que aludió el presidente afectan a todos los ámbitos en discusión: cuestiones medioambientales, fiscales,
de contrabando de tabaco… Aun así, el jefe del Ejecutivo quiso destacar el “enfoque constructivo” del Ejecutivo británico, que muestra un compromiso, aunque sin dar garantías formales.
Sánchez eludió citar el aeropuerto —construido por Reino Unido en territorio que España no reconoce como parte de la colonia porque fue ocupado ilegalmente— como elemento de discusión. Aunque los negociadores españoles mantienen este asunto sobre la mesa, las escasas esperanzas de que se logre pactar en pocas semanas algo que hasta ahora ha fracasado aconsejan dejarlo para más adelante. Porque el entendimiento que España pretende lograr para Gibraltar se limita al periodo de transición que transcurrirá entre la retirada británica
de la UE (30 de marzo de 2019) y la futura relación (enero de 2021).
Sin el aeropuerto, las mejoras que persigue el Ejecutivo español se centran en fiscalidad (los bajísimos impuestos del territorio atraen a empresas que operan en España), movilidad de los trabajadores que cruzan la verja a diario (entre 10.000 y 12.000), tabaco (las autoridades españolas detectan un elevado nivel de contrabando) y medioambiente (España denuncia vertidos y otros incumplimientos de la norma europea).
Una portavoz del Gobierno británico responde: “Seguimos teniendo discusiones constructivas con el Gobierno de Gibraltar y con los socios europeos, incluida España, para abordar las implicaciones prácticas que surgen de la retirada de Reino Unido de la UE”.