Bolsonaro ofrece un tímido apoyo al ministro Moro tras las polémicas revelaciones
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ofreció ayer un discreto apoyo a su ministro de Justicia, Sérgio Moro, golpeado por unas revelaciones que cuestionan su imparcialidad cuando ejercía como juez en el caso que condujo a la condena del expresidente
“El expresidente se mostró sorprendido por la familiaridad que se ve [en las conversaciones reveladas por Intercept] entre el que acusa y el que juzga”, aseguró José Roberto Batochio, abogado de Lula da Silva. El diario del periodista Glenn Greenwald reveló el intercambio de mensajes entre el exjuez Sérgio Moro y el coordinador de la Operación Lava Jato, el fiscal Deltan Dallagnol, en momentos previos a las denuncias contra el expresidente del Partido de los Trabajadores (PT).
La defensa de Lula argumenta que con los hechos conocidos desde el domingo, que sugieren que Moro ayudaba a la acusación antes de juzgar el caso del expresidente, hay elementos para pedir la anulación del proceso que llevó al exmandatario del PT a la cárcel hace un año.
Mientras, en Brasilia, el presidente Jair Bolsonaro se dejó ver al lado de su ministro de Justicia en un evento de la Marina, para evitar las especulaciones de que abandonaría al exjuez más popular del país en medio del escándalo. Antes de ese acto, los dos estuvieron reunidos a puerta cerrada, según el diario Valor. Bolsonaro llegó en lancha con Moro al acto oficial, y concedió una medalla al mérito naval a su ministro. Pero al menos hasta la tarde de ayer, Bolsonaro no se había pronunciado públicamente ni en Twitter sobre las críticas a Moro. El presidente aún tenía ayer prevista una reunión con empresarios en São Paulo, donde se esperaba una declaración.
Sin conocer aún la intensidad de la tormenta que parece avecinarse Luiz Inácio Lula da Silva. El actual mandatario se reunió con Moro, pero muchas horas después del estallido del escándalo todavía no se había pronunciado sobre el asunto. Mientras, Lula manifestó a través de su abogado su alegría por las publicaciones del diario The Intercept Brasil.
con nuevas revelaciones prometidas por The Intercept —que asegura haber publicado apenas el 1% del contenido que recibió de archivos de conversaciones entre los fiscales del caso Lava Jato—, Brasil sigue atento a señales que midan el tamaño del apoyo al exjuez que inspiró al país a luchar contra la corrupción en los últimos años. El silencio de Bolsonaro no es buena señal para Moro.
También llamó la atención un texto publicado ayer por la agencia oficial de noticias del Gobierno, con la opinión de un magistrado de la Corte Suprema,
Marco Aurelio de Mello, sobre el caso. Según este magistrado, Moro está en una situación de fragilidad después de los reportajes de The Intercept, y ello puede comprometer una posible candidatura del exjuez a la Corte Suprema. Otro de los miembros del Supremo de Brasil, Celso de Mello, se jubila el próximo año, y el presidente brasileño ya ha afirmado que Moro sería el sucesor natural.
Además, el suspense sobre lo que pueda desvelar The Intercept sobre ese asunto va en aumento. Greenwald ya adelantó que parte del material pendiente de publicar sobre los mensajes filtrados de Moro se refiere a la oferta de ser ministro que el exjuez recibió en vísperas de la segunda vuelta de las elecciones que dieron la victoria al ultraderechista. Bolsonaro ya ha afirmado en una ocasión que la propuesta a Moro iba unida a la promesa de proponerle como magistrado de la Corte en 2020. El juez negó esta información divulgada por The Intercept.
Moro, quien antes fue para muchos un héroe que luchaba contra los abusos y la corrupción del poder, ahora se encuentra bajo los focos y empieza a perder el apoyo incondicional de algunos de sus antiguos aliados. El diario O Estado de S. Paulo, por ejemplo, que siempre demostró simpatía por Moro y apoyó abiertamente las investigaciones sobre Lava Jato mientras mostraba antipatía hacia Lula da Silva, publicó ayer un editorial con críticas ácidas al ministro de Justicia, e incluso sugirió que debe dejar el cargo. “Harían bien el ministro y los fiscales involucrados en el escándalo que el primero renunciara y los otros se alejaran” del equipo de trabajo de la Operación Lava Jato “hasta que todo se esclarezca”, dice el texto, titulado Mucho por aclarar.