Alcoa acepta esperar a un comprador y garantiza seis meses de empleo
Alcoa y los sindicatos alcanzaron en la madrugada de ayer un preacuerdo en las negociaciones del expediente de regulación de empleo (ERE) para las plantas de A Coruña y
El Gobierno, que valora “muy positivamente” el preacuerdo, se compromete “al máximo esfuerzo” para buscar soluciones para el resto de empleados (en primer lugar, buscar un inversor) y que nadie se quede en la cuneta. Mientras, los sindicatos, que también celebran el acuerdo, admiten que “esperaban un compromiso más contundente” por parte del Gobierno para garantizar el empleo de todos los trabajadores.
En virtud del preacuerdo, que ha de ser ratificado por los trabajadores, la empresa productora de aluminio se compromete a mantener todo el empleo hasta el 30 de junio, mientras se busca un inversor que se haga cargo de las dos factorías con todo su personal. Mientras tanto, Alcoa, en 30 días, va a parar de forma programada una parte de las plantas, las cubas de electrólisis, de modo que un eventual nuevo inversor pueda volver a ponerlas en marcha. Para ello, se compromete a aportar hasta 20 millones por cada una de las plantas.
Si se encuentra el inversor, las instalaciones seguirán funcionando con todos los trabajadores. El problema llega si no se halla. En ese caso, Alcoa mantendrá en marcha otra parte de las plantas, las fundiciones. Eso garantiza el empleo a 205 personas.
Los trabajadores de las cubas, que pararán en un mes, participarán en un plan de formación a cargo de Alcoa hasta el 30 de junio, manteniendo su sueldo. A partir de entonces y si no se logra Avilés. La empresa asegura que garantiza que mantendrá el empleo hasta el próximo 30 de junio para dar tiempo a que otro inversor se haga cargo de ambas plantas. Si no aparece ningún interesado, ha aceptado un un inversor, para ellos hay un plan de recolocación en otra factoría (Alúmina y Aluminio San Ciprián, en Lugo), siempre y cuando esta empresa acepte un plan de prejubilaciones para mayores de 57 años. Las vacantes generadas por este plan serían ocupadas por hasta 106 trabajadores de Alcoa de A Coruña y Avilés, con preferencia para los que tengan más antigüedad. Por el traslado de residencia, se les ofrece una compensación plan para dar una solución (ofrecer empleo, recolocaciones o prejubilaciones) para 355 empleados, más de la mitad de la plantilla indefinida, de 623 trabajadores. El Gobierno asegura que ayudará al resto de afectados. de 10.000 euros. Además, la plantilla de Alcoa en A Coruña y Avilés tiene delante un plan de prejubilaciones para mayores de 53 años (a 31 de diciembre de 2018), con salarios de entre el 70% y el 78% del bruto anual. A este plan podrían acogerse 44 trabajadores.
Entre recolocaciones (hasta 106), prejubilaciones (44) y los 205 cuyo empleo se mantiene si no hay comprador, hay solución para 355 empleados. Para los 268 restantes, los que no sean prejubilables y no se hayan podido recolocar se irán al paro con una indemnización de 60 días de salario por año trabajado sin límite de anualidades y una aportación de 10.000 euros. Para ellos hay también un plan de recolocaciones externo que llevará a cabo de una agencia.
Para este colectivo, los sindicatos pedían al Gobierno un compromiso de que no se quedarían en el paro. Pero el Ejecutivo solo puede comprometerse a hacer el “máximo esfuerzo” para encontrar una solución, en palabras de la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, y del secretario de Estado de Industria, Raúl Blanco. Esta pasaría, en primer lugar, por encontrar un inversor, que haría que las plantas siguiesen funcionando con todos los empleados. Si eso no llega, Valdeolivas ha recordado que esos trabajadores pasarán por cursos de formación que van a “mejorar su empleabilidad” y aumentar sus posibilidades de encontrar un trabajo si finalmente no pueden seguir en Avilés o A Coruña.
Mensaje más contundente
Los sindicatos esperaban más. El presidente del comité de empresa de la planta de Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, admitió que esperaba “un mensaje más contundente”. “El Gobierno dice que buscará inversores, que nos apoyará, pero no hay un compromiso tangible que garantice que todos seguirán trabajando el 1 de julio”, declaró.
En todo caso, el sindicalista considera “positivo” el preacuerdo. “Porque no tenemos otra opción y porque ganamos tiempo”, dijo. Por tanto, lo defenderá ante las asambleas de trabajadores que van a votar su ratificación a partir de mañana. Desde entonces, los sindicatos confían en que el Gobierno les envíe un documento con sus compromisos y “cumpla con su parte de trabajar para buscar un inversor”, según Raúl Montoya, representante de Industria de USO.
Blanco y Valdeolivas insistieron en ese compromiso. “Es un acuerdo impensable hace unas semanas, mejora muchísimo la situación que teníamos hace unos meses y tanto el Gobierno como las administraciones regionales y locales tenemos un compromiso pleno con la búsqueda de soluciones industriales y el mantenimiento del máximo número de puestos de trabajo”, dijo Blanco.