Libros de aves: cuando leer da realmente alas
Historia natural, aventura, viaje y poesía se suman en las mejores obras de no ficción sobre pájaros
Hay veces que leer, parafraseando a Emily Dickinson, es esa hermosa cosa con plumas. Sin duda es así cuando te zambulles cual somormujo en las páginas de un buen libro sobre pájaros. Puede sonar exótico lo de leer sobre aves, sobre todo si no estás contagiado del febril virus de la pasión por esos seres alados. Pero existen toda una serie de emocionantes libros de no ficción en los que los pájaros son el centro y que cualquiera puede disfrutar, independientemente de que sepas distinguir una agachadiza de un alimoche o un mirlo de un cuervo.
Los últimos años nos han aportado títulos tan inolvidables como H de halcón, de Helen Macdonald (Ático de los Libros, 2015), conmovedora historia de una joven (la propia autora) que cría un azor hembra para paliar el dolor por la muerte de su padre, entusiasta de esas rapaces, o El peregrino, de J. A. Baker, un gran clásico del nature writing y de la literatura con mayúsculas sin etiquetas que tradujo al castellano en 2016 para la editorial Sigilo, con la intensidad del original, Marcelo Cohen (“Aquel fue mi primer halcón peregrino. Desde entonces he visto muchos, pero ninguno que lo superase en velocidad y fuego. Durante diez años pasé todos mis inviernos buscando esa brillantez efusiva, la pasión y la violencia súbitas que los peregrinos arrebatan al cielo”). También se han publicado otras grandes obras como El azor, de T. H. White (Ático de los Libros, 2017), Aves que veo en invierno, de Lars Jonsson (Errata Naturae, 2019), o Diario del río Misisipi, del pionero Audubon (Nórdica, 2021). A destacar el éxito de La pequeña filosofía de los pájaros (Grijalbo, 2019), una serie de bienintencionadas reflexiones ornitológicas de Philippe J. Dubois, que es el director de la editorial de naturaleza Éditions Delachaux et Niestlé; y de Para qué sirven las aves, del ornitólogo y conservacionista gallego Antonio Sandoval (Tundra, 2017), una de las escasas aportaciones nacionales al género junto con Pajarero, del naturalista madrileño Carlos Lozano, las crónicas viajeras por todo el mundo de un antihéroe birder (misma editorial, 2019).
Entre las novedades ahora, hay otro libro de Macdonald, esta vez en Anagrama, Vuelos vespertinos, una preciosa colección de ensayos sobre aves —los cisnes, las oropéndolas que tanto nos envidian los británicos, de nuevo los halcones; los vencejos— y otros asuntos de la naturaleza tratados con la exquisita sensibilidad que es la marca de la autora. Otra especialista en pájaros que regresa (y es de destacar la presencia de mujeres en un campo que ha sido mucho tiempo predio de los hombres) es Jennifer Ackerman, la celebrada autora de El ingenio de los pájaros (Ariel, 2017) y de cuya presencia se pudo disfrutar en la cuarta edición del Delta Birding Festival, la feria pajaril del Delta del Ebro (Tarragona), que va trayendo como invitados a muchos de los grandes autores actuales, como Stephen Moss, inolvidable biógrafo del chochín (The wren, Square Peg, 2018), o Tim Birkhead, el hombre que más sabe de huevos (Una sutil perfección, Libros del Jata, 2018) y autor de una amenísima historia de la ornitología (La sabiduría de las aves, misma editorial, 2019). Ackerman acaba de publicar, de nuevo en Ariel, La conducta de los pájaros, en la que nos lleva otra vez en un viaje apasionante a asombrarnos ante las capacidades de las aves, descubriéndonos características de ellas que dejan poco menos que patidifuso, incluida la necrofilia entre patos azulones del mismo sexo.
El libro de Ackerman explora el habla, el trabajo, el juego (nunca compita con un cuervo), el amor y la cría de los pájaros (véase también Los sentidos de las aves, de Birkhead, Capitán Swing, 2019) y denuncia los prejuicios sexistas que han perjudicado el estudio ornitológico, centrado tradicionalmente en los machos (observadores
Es destacable la presencia de autoras en un campo que ha sido de hombres
Buscar el búho pescador en la Rusia oriental es una gran aventura
y observados): resulta que las hembras también cantan.
Una deliciosa sorpresa es Mirad las aves del cielo, del polaco Stanislaw Lubienski (Volcano, 2021), en el que la observación de pájaros se junta con una sensacional capacidad para explicar historias y un lirismo (“junto a los abedules crujen cobardemente los álamos”) que recuerda al de algunos de los mejores poetas compatriotas del autor: es imposible no escuchar ecos de Milosz, Herbert, Zagajewski o Szymbroska en las páginas. Este libro, ganador del premio literario Nike 2017, es uno de esos en los que puedes apreciar toda la capacidad de emocionar que tiene el mundo aéreo. Lubienski escribe de su interés por los pájaros mezclándolo con impresiones sobre la cultura (especialmente la pintura), la historia y la ornitología de Polonia.
Otro libro sensacional de aves, es Owls of the Eastern ice, de Jonathan C. Slaght (Penguin, 2020; en marzo lo publicará Siruela como Búhos de los hielos del Este, una apasionante expedición). Se trata del relato de las campañas de búsqueda, estudio y preservación en Rusia oriental, el Far East ruso, del búho pescador de Blakiston o búho manchú —el búho más grande del mundo en competencia con el búho real— llevadas a cabo con tesón y grandes fatigas por el autor. Slaght narra la apasionante aventura de localizar a esas aves (y luego de capturar ejemplares para colocarles rastreadores) en las extensiones salvajes de la remota provincia de Primorye, en un ambiente no muy distinto al que encontró el explorador Vladímir Arsenyev, el célebre capitán de Dersu Uzala.
En compañía de tipos rusos muy duros, cazadores, fanáticos del vodka y traficantes de penes de ciervo (un afrodisiaco local), el autor se adentró en los inhóspitos parajes afrontando incomodidades (30 grados bajo cero, tigres del Amur) y peligros sin cuento en pos del raro búho. Un ave que se alimenta de salmones y puede arrancarte un testículo, Dios no lo permita, como le sucede a un furtivo que trata de capturar uno. Un libro excepcional, pleno de emoción, que descubre, para tratar de salvarlo, un animal extrañísimo y una de las regiones más misteriosas y agrestes del planeta.