Rivaldo y Verón, entre los escasos precedentes
El caso de Marc Gasol no tiene precedentes en el baloncesto de élite. Algunas excepciones, en el fútbol, son las del brasileño Rivaldo y el argentino Verón. Tras un largo periplo en el Palmeiras, el Deportivo, el Barcelona, el Milan, el Cruzeiro, el Olympiakos y el Bunyodkor uzbeko, Rivaldo regresó a su país en 2010 para jugar en la Segunda División brasileña con el Mogi Mirim, el club donde se formó y del que entonces era el presidente. Su carrera prosiguió con breves etapas en el São Paulo, el Kabuscorp angoleño, y de nuevo en Brasil con el São Caetano. En enero de 2014, Rivaldo volvió al Mogi Mirim, donde llegó a jugar junto a su hijo Rivaldinho. Se retiró en 2015 cuando tenía 43 años.
Verón, con 41 años, firmó en diciembre de 2016 por el Estudiantes de La Plata, club en el que empezó en la élite, con el que ya había jugado en dos etapas y en el que finalmente ejerció como presidente y jugador al mismo tiempo. Disputó cinco partidos de la Copa Libertadores en 2017.
Varios jugadores de baloncesto, tras concluir sus carreras, han sido luego presidentes de clubes de élite, pero nunca al mismo tiempo. Algunos ejemplos son los de Jordi Villacampa y Juanan Morales en el Joventut, el de Josean Querejeta en el Baskonia y el de Predrag Danilovic, hace unos años en el Partizán de Belgrado. El caso más reciente es el de Tony Parker. El base que ganó cuatro títulos de la NBA con San Antonio Spurs entró en el accionariado del ASVEL Villeurbanne en 2009. En 2011, aprovechó el cierre patronal en la NBA para jugar siete partidos con el equipo francés. En marzo de 2014 se convirtió en el accionista mayoritario y cuatro meses después pasó a ser el presidente. Parker tiene 39 años y se retiró en 2019 tras 18 temporadas en la NBA.