Disney se alía con el realismo mágico
ENCANTO
Dirección: Jared Bush, Charise Castro Smith, Byron Howard. Género: animación.
EE UU, 2021.
Duración: 99 minutos.
El nuevo largo de Pixar viaja a Colombia para presentar un relato articulado a partir del realismo mágico, en cierto modo consustancial al país suramericano. Como una especie de versión infantil de la mítica familia Buendía, los Madrigal, protagonistas de Encanto, hunden sus raíces en las viejas historias de antaño, en el regreso desde la muerte en forma de espectros, en los malos augurios, en los dones especiales y en elementos sobrenaturales.
Disney apuesta por el folclore y, de nuevo, por el musical: de estructura clásica, a base de canciones cuyas letras definen a los personajes que las interpretan y además hacen avanzar la historia. Con toques de comedia física no siempre llamativos, Encanto se desenvuelve mejor cuanto más íntima y cálida es, resultando algo más desigual en el vértigo de la aventura y en la comedia desenfrenada. Un desequilibrio acrecentado por los explosivos colores que la acompañan, de una exuberancia al borde de la horterada. Aunque quizá lo que más destaque en la película sea el trazado general de la familia y las especiales características del rol protagonista: una adolescente de lo más normal, en el seno de una prole extraordinaria, comandada con mano de hierro por la abuela y matriarca. La chica, normalita en lo físico en comparación con la rotunda belleza de su hermana, es además la única de la familia que no tiene un poder especial, lo que lleva a que ande por la vida no solo un tanto esquinada sino también con cierta aureola de gafe. Nada más lejos: al igual que tantas otras veces en las casas, la más callada, a la que nadie hace caso, resulta la más formidable de todas.