TELEVISIÓN Y STREAMING: UN AÑO 2023 A LA BAJA
de enero que esperábamos –y más cuando estamos metidos en esta espiral inflacionista–, pero el año nuevo nos trae una crisis multiforme del sector audiovisual, ese mismo que hace 40 años empezó ya a reducir la audiencia y la publicidad de la prensa tradicional y que ha crecido y se ha diversificado de tal modo que ya ni nos aprendemos sus sucesivas categorías: emisoras, cadenas, redes, plataformas, Tik Tok…
La información más reciente, que se publicaba ayer mismo, ya la saben: el consumo de televisión tradicional –es decir, el de las cadenas públicas y privadas– se ha hundido este año a su menor nivel en tres decenios, desde 1992, que fue el primero en que se iniciaron estas mediciones. Desde el año pasado, ha caído un 11% para el conjunto de la población española, y un 8% para las personas que ven la tele a diario. Eso sí, en el otro extremo está el consumo «híbrido» que incluye todo lo que llega por internet, con las redes y las famosas plataformas, que crece un 16,7%. Y muchos de los espectadores de estas plataformas han abandonado totalmente la televisión tradicional.
Loa a las plataformas, pues, y a su interminable oferta de series y películas, ¿no?
Pues resulta que también a esa nueva y multiforme parte de la oferta multivisual le han llegado las horas bajas, o más bajas al menos.
Como informaba el mes pasado Business Insider, «las empresas de streaming y las cadenas de televisión están conteniendo el gasto y buscando apuestas seguras en sus nuevos programas y películas». Y añadía: «Es un momento de nerviosismo, ya que los servicios de streaming están luchando por demostrar que pueden ser rentables. Warner Bros. Discovery se encuentra en modo de recorte de costes tras su fusión y ha recalcado en repetidas ocasiones que no gastará demasiado en contenidos en la actual guerra por los suscriptores. Netflix, conocida por su astronómico catálogo de contenidos, mantiene su presupuesto en 17.000 millones de dólares para 2022 y 2023, tras varios años de aumentos».
Así supimos por Ampere Analysis que, para la mayoría de las principales plataformas de streaming, el ritmo de crecimiento del catálogo (tanto de títulos originales como de licencias en cada servicio) se ha ralentizado en el último año. Disney, HBO Max, Peacock y Paramount+ han crecido menos este año que en 2021. El bajón de Netflix en el primer semestre asustó a todos, y ahora buscan apuestas seguras; en el caso de Netflix, programas infantiles.
Todo esto es relativo, y no se va resquebrajar la oferta: en cuanto haya más ingresos publicitarios volverá a crecer la inversión de las plataformas. Pero lo que queda cada vez más en segundo plano son los medios que se gastan en servicios informativos y que informan con noticias verdaderas, de las que sirven a los ciudadanos para intervenir en el proceso democrático.
CUPÓN DE LA ONCE