Israel admite el disparo por error a la periodista
Acepta la «alta probabilidad» de que un tiro involuntario matara a Abu Akleh
La investigación realizada por el Ejército israelí concluye que «no es posible determinar de forma inequívoca» el origen de la bala que acabó con la vida de la periodista palestina-estadounidense Shireen Abu Akleh, en una incursión militar en el norte de Cisjordania hace cuatro meses, pero admite la «alta probabilidad» de que fuera alcanzada de forma involuntaria por el disparo de un soldado.
El informe de Israel, presentado ayer, no descarta aún que la periodista de la cadena Al Yazira fuera disparada por milicianos palestinos en el choque armado que tuvo lugar durante la redada en el campo de refugiados de Yenin. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) denuncia que Abu Akleh «fue disparada de forma deliberada» por militares israelíes.
«Es posible que fuera disparada por error por un soldado israelí que, desde su vehículo blindado cerrado, no la identificó como periodista. El soldado estaba bajo fuego de terroristas y respondió sin identificar que era periodista en una situación que se puede definir como frente de combate», afirma un oficial israelí antes de añadir: «En la detallada y profunda investigación se comprobaron todas las órdenes de apertura de fuego en esta operación y no apreciamos ninguna irregularidad. Lamentamos la trágica muerte de Abu Akleh y presentamos nuestras condolencias».
Ante la denuncia de que la veterana reportera llevaba puesto el chaleco que la identificaba claramente como «prensa» mientras cubría la operación del pasado 11 de mayo, el alto mando del Ejército contesta que desde la posición del efectivo de la unidad de Duvdevan solo podía ver una pequeña zona en el lugar del intercambio de disparos.
«El soldado no apuntó de forma intencionada a la periodista de Al Yazira o de otro medio y él lamenta que se equivocara en la identificación en un contexto urbano en el que los terroristas actúan entre los civiles», añadió. «Los soldados estuvieron bajo fuego indiscriminado de los terroristas poniendo en peligro sus vidas. Los disparos se realizaron con la intención de neutralizar a los terroristas que les disparaban y en ningún caso con la intención de dañar a civiles o periodistas. Dos días después, uno de nuestros soldados soldado murió en una acción parecida».
Tras recibir las conclusiones de la investigación, la Fiscalía del Ejército ha decidido no abrir una investigación criminal sobre este caso, al no encontrar evidencias o sospechas de un delito criminal según fuentes militares que reiteran la involuntariedad del disparo. «Las Fuerzas Armadas operan en áreas inmensamente complejas todas las noches, mientras realizan grandes esfuerzos para evitar dañar a los no combatientes (civiles) y trabajan para permitir la cobertura y la libertad de prensa», ha señalado el jefe del Ejército, Aviv Kochavi, que ha lamentado la muerte de Abu Akleh.
El informe del Ejército israelí es parecido al difundido por Estados Unidos hace dos meses tras analizar conjuntamente en el laboratorio la letal bala entregada por la ANP. Entonces, los expertos estadounidenses establecieron que no podían llegar a una conclusión clara porque «la bala estaba muy dañada», pero añadieron que los disparos desde las posiciones militares israelíes «probablemente» fueron responsables de su muerte, aunque sin evidencias de que fuera intencionado.