Tres hijos, 200 kilómetros
Una familia de Rivas-Vaciamadrid denuncia la constante negativa a reagrupar a su progenie en colegios cercanos al domicilio
MADRID Jennifer Montavez (41 años) debe recorrer, desde septiembre de 2023, unos 200 kilómetros semanales para dejar a sus tres hijos en sus centros educativos. La familia, que cuenta con el título de numerosa, se mudó a RivasVaciamadrid desde el Ensanche de Vallecas. «Éramos cinco personas en un piso de 60 m2», cuenta Jennifer. Tras la mudanza, solicitaron plaza escolar en los centros públicos más cercanos a su nuevo domicilio. En concreto, en el colegio Hans Christian Andersen, para sus hijas, en segundo y sexto de primaria, y en el instituto público Antares para su hijo mayor.
Una vez cerrado el periodo de admisión para 2023-24, la familia logró sitio para su hija mediana en el Hans Christian Andersen, pero la pequeña no fue admitida y se quedó sin plaza escolar en el municipio. El mayor tampoco entró en el instituto solicitado y se le redirigió al Duque de Rivas, este sí en la localidad, aunque alejado de su domicilio.
Entonces, comenzó la pesadilla: «Es completamente agotadora la gincana diaria para llevarlos al cole entre Rivas y Madrid, a pesar de que tenemos un colegio y un instituto a escasos 550 metros de casa», denuncia Jennifer. «Al verme en esta situación, me informé y procedí a solicitar la reagrupación familiar, para conseguir plaza en ese mismo colegio para mis dos hijas».
El 13 de septiembre de 2023, la directora denegó la reagrupación en el Hans Christian Andersen, debido al exceso de ratio –establecido en 25 en Primaria– .
Jennifer decidió no resignarse y pidió cita con la Inspectora de la Dirección Territorial Este (que ya no sigue en el cargo), pero subraya que en todo momento se encontró con un «muro de frente». A su vez, reclamó en el SAE de Rivas (servicio de apoyo a la escolarización), pero «sin conseguir nada». Para 2024-25, volvió a solicitar el mismo colegio para la hermana pequeña y... «Pese a tener una hermana dentro del centro, ser familia numerosa y vivir al lado, me quedo sin hueco».
En una historia interminable, Jennifer volvió el pasado 11 de junio a hablar con la inspectora (una profesional nueva) y le repitieron que no podían hacer nada por juntarlas. De nuevo, el exceso de ratio. «Estamos bastante desesperados. Nos venden a las familias que existe la libre elección de centros para tus hijos y la conciliación familiar, pero es todo una gran mentira». Tras contactar con el concejal de Educación de Rivas, que decidió estudiar el caso, sí consiguieron un ligero avance, pero «no lo suficiente». Les ofrecieron la alternativa de otro colegio en la localidad. «Cada hermano, en una punta de Rivas. Es vergonzoso».
Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, aseguran que tenían conocimiento del caso y que ya se les ha ofrecido numerosas opciones para mejorar la situación y juntar a las hermanas en un mismo espacio. Entre ellas, la posibilidad de colocar a las dos hijas en otro colegio en Rivas. «Me negué», sentencia Jennifer, que no termina de aceptar esta situación que afecta a tantas familias, de un modo u otro, al no disponer de plazas en el recinto escolar que ella demanda por su proximidad. Y su pulso continuará.
La Comunidad de Madrid les ofrece otro colegio en el municipio