El Mundo Madrid

«Te conviertes en quien no eres»

Renunció a Tokio 2020 harto de la sed y el hambre para no pasar de 70 kilos. Ahora, este remero, ya en otro peso, es subcampeón mundial

- RODRIGO CONDE JAVIER SÁNCHEZ

Una ducha muy caliente y luego dos horas sobre el rodillo, con toda la ropa del armario puesta. Un día y otro día y otro día. Litros y litros de sudor para que la báscula no subiera nunca de los 70 kilos antes de una regata de remo. La deshidrata­ción por norma. Los Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista, eran una pesadilla para Rodrigo Conde.

«Cuando entré en el equipo nacional, a los 16 años, competía en doble scull ligero, donde no puedes pasar de 70 kilos, y con el tiempo ese límite me fue costando más. Mido 1,83 metros y hubo un momento en el que ya era imposible, no podía perder más grasa. Era inhumano. Pasaba mucha hambre, pero eso aún era soportable. Lo peor era la deshidrata­ción. Dos horas antes de cada regata tenía que marcar el peso y, durante las competicio­nes, me pasaba los días deshidrata­do, mareado, lento. Me costaba pensar, me olvidaba de lo que estaba hablando en mitad de una conversaci­ón… Me afectaba mucho a nivel deportivo y personal. Cuando no puedes beber ni comer sale una parte de ti que desconoces, te conviertes en una persona que no eres. El cuerpo se pone en modo defensa y lo rechaza todo», explica Conde en conversaci­ón con EL MUNDO desde Banyoles, donde se prepara para sus primeros Juegos, los segundos para los que obtiene la clasificac­ión.

Cuatro años atrás tenía plaza para Tokio 2020, pero renunció después de la enésima sesión de deshidrata­ción extrema. Entre ser olímpico y estar sano escogió la segunda opción. Este verano puede unir ambas cosas. «Antes de Tokio sólo pensaba en llegar a los Juegos Olímpicos, competir y dejar el remo, retirarme. Pero al final ni llegué, no podía más», rememora tras un proceso complicado.

Su adiós al doble scull ligero y su límite de 70 kilos por regatista le llevó al doble scull, sin máximos, y a un nuevo inicio. Todo lo conseguido no servía de nada. Con su actual acompañant­e en el bote, Aleix García, tenía que empezar otro camino olímpico. Hoy son subcampeon­es del mundo y de Europa y, por lo tanto, candidatos a medalla en los Juegos de París. Pregunta. ¿Ahora pesa la comida? Respuesta. Tengo pautas del nutricioni­sta, pero ya no me preocupa. Ahora peso 88 kilos, 18 más que en scull ligero, y no me sobra un gramo, estoy en forma. Soy feliz, mucho más que antes. Estoy disfrutand­o del remo más que nunca.

De Moaña, al lado de Vigo, de niño jugaba a tenis, pero a los 12 años un amigo suyo le propuso probar el remo y ya no lo soltó. A los 16 años, de hecho, ya tenía una beca para marcharse a entrenar con la selección a Sevilla y a los 18, en 2016, era campeón del mundo sub-23. Pese a la penurias para dar el peso, en el doble scull ligero llegó a disputar dos finales mundialist­as en 2018 y 2019.

«Antes de Tokio ya estuve una vez a punto de dejar el remo», confiesa. «A los 14 años, sufrí una desecación discal, la degradació­n del disco entre las vértebras I4 e I5, una se empezó a apoyar en la otra. Durante un tiempo me afectó al nervio ciático y me costaba caminar. Hubo médicos que me aconsejaro­n dejar el deporte. Pero otros me dijeron que no, que me iría bien seguir y así ha sido. Fortalecie­ndo la espalda y el abdomen he conseguido vivir sin dolor, aunque tendré que vigilar mucho cuando acabe mi carrera y pierda músculo», revela Conde que nunca más se tendrá que deshidrata­r para no superar aquel maldito límite de los 70 kilos.

«Era inhumano, me pasaba los días deshidrata­do, mareado, lento», recuerda el remero

 ?? DAVID RAMÍREZ / ARABA PRESS ?? Rodrigo Conde posa para EL MUNDO en el lago de Banyoles, en plena concentrac­ión.
DAVID RAMÍREZ / ARABA PRESS Rodrigo Conde posa para EL MUNDO en el lago de Banyoles, en plena concentrac­ión.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain