Feijóo propone al Gobierno pactar el relevo en el Banco de España
El PP ha planteado consensuar la nueva cúpula del organismo supervisor, que tendrá mandato hasta 2030. No hay respuesta.
Aunque están encalladas las conversaciones sobre la renovación del poder judicial con diferencias hasta ahora insalvables, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se muestra dispuesto a alcanzar otro tipo de pactos institucionales con el Gobierno.
El más urgente de ellos es la renovación de la cúpula del Banco de España y Feijóo propone negociar. «Lo hemos planteado, pero sin respuesta», asegura EL MUNDO una alta fuente del Partido Popular. Feijóo ve cómo se aproxima el día 11 de junio –en que terminará su mandato de forma improrrogable legalmente el gobernador Pablo Hernández de Cos–, sin que el Gobierno haya abierto negociaciones, como ya publicó este diario el pasado día 12. En el PP aseguran que el plan no es un intercambio de cromos, sino pactar dos figuras profesionales adecuadas para tan relevante institución, ya que tendrán mandato hasta 2030.
La importancia de que haya una figura independiente del poder en el Banco de España se pudo ver el pasado jueves. El mismo día que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sostuvo que «la economía española no es que vaya como una moto, es que va como un cohete», Hernández de Cos, anunció que exigirá más capital a la banca española para que se proteja mejor de una eventual próxima crisis. El gobernador une ese mensaje de prudencia al informe anual que ha presentado este mismo mes en el que enumera hasta nueve serios problemas de la economía española, desde el mercado laboral a las cuentas públicas y la productividad.
Es esencial que haya instituciones en el aparato económico del Estado que, como mínimo, puntualicen los mensajes de propaganda que se lanzan desde el poder en períodos electorales.
¿Se nombrará alguien de consenso? «Si hubiera acuerdo sobre el Consejo General del Poder Judicial, habría acuerdo sobre los órganos reguladores», señala una fuente gubernamental a este diario. Para Sánchez es prioritario dar la vuelta al gobierno de los jueces, un gran contrapoder que se le resiste, y sólo si lo logra estaría dispuesto a alguna concesión en el Banco de España u otras instituciones, según esta versión.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, insinuó el viernes en Onda Cero un calendario que permita ese encaje. Señaló que aunque Hernández de Cos se va ya en junio, la subgobernadora, Margarita Delgado, no cede su cargo hasta septiembre: «Hay tiempo». Es una forma de decir que
Sánchez decidirá el relevo del gobernador en las próximas semanas , pero podría pactar posteriormente con el PP el puesto de subgobernador. La tradición es que ambos partidos acuerden la nueva cúpula, de modo que el Gobierno elige al gobernador, con un perfil profesional que pueda ser digerible para la oposición y viceversa con el subgobernador. Ésa era la negociación en el nombramiento de
«Si hubiera acuerdo en el CPGJ...», dicen en el Gobierno
El PSOE, en 2018: «Nombrar sin consenso es irresponsable»
Hernández de Cos en mayo de 2018, pero el PSOE se negó finalmente ante la inminencia de la moción de censura a Mariano Rajoy y pidió un tiempo extra que el PP no concedió.
Ahora, para el puesto de gobernador continúan en las quinielas los nombres habituales del que fuera subgobernador, Fernando Restoy, y del actual presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa, ambos con perfil técnico y altos cargos previos en etapa socialista.
Un problema común de ambos es que la elección puede coincidir con la recta final de la campaña de las elecciones europeas y su designación no supondría el hito que constituiría elegir a una mujer por primera vez como gobernadora del Banco de España. La actual vicepresidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la barcelonesa Montserrat Martínez, tiene menos experiencia que Restoy y Campa –de hecho fue jefa de gabinete del que fuera subgobernador– y compatibiliza su perfil técnico por estar bien vista por el PSC de Salvador Illa, de creciente influencia
en Moncloa, como mostró el súbito cambio de opinión gubernamental sobre la OPA hostil de BBVA sobre Sabadell. Cuando el presidente del banco comprador, Carlos Torres, llamó, entre otros ministros, a Cuerpo o su antiguo compañero en la entidad financiera José Luis Escrivá, para informarles de sus planes, no se encontró con el rechazo con el que se topó públicamente después.
El próximo gobernador será también el encargado de pasar un informe al Banco Central Europeo sobre la compra del Sabadell en un aliciente más para el Gobierno de colocar a alguien afín en esta institución.
«Nombrar a un gobernador sin consenso es irresponsable y poco democrático, una colonización de los organismos supervisores», dijo en mayo de 2018 el entonces portavoz socialista y actual presidente de Correos, Pedro Saura. Exacto. Así es y conviene evitarlo.