Un gobierno de Sánchez extremo con el extremo Sánchez
LUNES ELECCIONES
El presidente del Gobierno convoca elecciones generales para el 23 de julio, lo que en España significa que Tamara Falcó se casará en plena campaña. Sánchez nos ha echado una bronca tremenda a todos los españoles porque por culpa de nuestros votos en las municipales corremos el riesgo de dejar de tener un Gobierno social, feminista, ecologista, europeísta, modernizador y progresista para tener uno de la extrema derecha y la derecha extrema (a mí esto último me suena a salto de snowboard), un hipérbaton a la altura de Rubén Darío: «Tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo».
Sánchez convenció a Yolanda Díaz para disolver Podemos a cambio de dejarla a las puertas de no montar un nuevo partido. Sin tiempo para primarias o para redactar un programa, la vicepresidenta va a tener que intensificar los abrazos.
Para los próximos 50 días Sánchez nos ha apuntado a un curso intensivo sobre quién es la izquierda, atacando a las eléctricas, a los bancos y a todos esos trumpistas que se van de vacaciones. Entre votar o irse de vacaciones no hay ningún español que no elija irse de vacaciones, especialmente el que no puede. El 23 de julio España decidirá básicamente quién tiene la culpa de que no pueda.
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Ourense abre los informativos por una tromba de agua. Salen imágenes del Puente Romano como si fuera un portaviones en mitad de una tempestad o el Miño le estuviera pasando por encima. También de gente por las calles con el agua hasta la cintura y paraguas, que debe de ser como el de Cunqueiro, para las tinieblas. Llamo a mi madre para confirmar si está bien, aunque ya imagino que no, porque no habrá podido ir al Liceo a jugar a las cartas. Sin embargo, me responde desde el Liceo, efectivamente jugando a las cartas, que es lo que estaría haciendo si la hubiera llamado al Titanic para comentarle lo del iceberg. Ella me responde con sorpresa, casi negando el cambio climático, y comparte la información con sus compañeras de mesa, que una por una me cuentan dónde estuvieron la última vez que vieron llover, que en Galicia es como si contaran dónde estuvieron los últimos 80 años.
MIÉRCOLES VIDA INTELIGENTE
Me toca cubrir una reunión y posterior rueda de prensa de 16 expertos científicos contratados por la NASA para analizar 800 supuestos avistamientos alienígenas. Su principal conclusión es que no pueden confirmar que alguno tuviera origen extraterrestre. Inmediatamente recibo por parte de los compañeros de atención al suscriptor la «queja» de un lector. Es importante que los periodistas escuchemos a nuestros lectores: «Muchos OVNIs son de origen extraterrestre, al margen de que en su entrada en la Tierra o en otro momento se materialicen desde otro plano vibracional o dimensión o como proceda llamarlo. Mi amigo Jesús Jofre fue a bordo de un OVNI y lo llevaron fuera de la atmósfera terrestre».
JUEVES «1 DE JUNIO DE 1851...
... La Verdad es la cosa más tonta que hay bajo el sol. Intente ganarse la vida con la Verdad y después vaya a los comedores sociales (…). Esa atmósfera silenciosa de paz y tranquilidad en la que crece la hierba, bajo la cual todo escritor debería crear… rara vez, me temo, la consigo. El dinero es mi maldición (…), lo que me impulsa a escribir está vetado: no da dinero. Y, sin embargo, por lo general, escribir de otro modo no puedo. Así es que el resultado final es una chapuza, y todos mis libros son un estropicio».
Herman Melville, Cartas a Hawthorne. O, lo que es lo mismo, del autor de Moby Dick al de La letra escarlata. Este es uno de los cinco libros que compró la Reina Letizia en su visita a la Feria del Libro de Madrid. Melville dedicó su ballena a Hawthorne. Un libro masacrado por la crítica, que no agotó ni su primera edición de 3.000 ejemplares, y el resto se quemaron en un incendio de la editorial.
«Call me Ishmael» es uno de los arranques más famosos de la historia de la literatura. Según César Aira, habría que haberlo traducido: «Podéis tutearme». En las cartas, la novela arranca mucho antes: «En una semana más o menos me voy a Nueva York a encerrarme en una habitación de un tercer piso y matarme a trabajar en mi Ballena mientras poco a poco se abre paso hacia la imprenta». Y más tarde: «He escrito un libro endiablado y me siento puro como un cordero».
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Conversación de fútbol con un amigo del enano a la salida del cole:
–¿De qué habéis quedado en la Liga? –Segundos.
–¿Y cuál fue el peor?
–Creo que yo.
Sin tiempo para primarias, Yolanda Díaz va a tener que intensificar los abrazos
Me responde jugando a las cartas, lo que haría si la hubiera llamado al ‘Titanic’
«Mi amigo fue a bordo de un OVNI y lo llevaron fuera de la atmósfera terrestre»