Prevención.
Tras superar dos tumores, la atleta paralímpica protagoniza una campaña para concienciar sobre la importancia de protegerse la piel en verano
Yo es que lo he tenido todo!», bromea Sara Andrés Barrio (Madrid, 21 de agosto de 1986) con la sonrisa que le caracteriza pese a la adversidad que le ha tocado. La deportista paralímpica llega de una agitada sesión de entrenamiento donde además le acaban de ajustar sus prótesis como cada dos semanas. Ella las llama «pies de robot», y sustituyen a los de carne y hueso desde que fueron amputados en 2011.
Tras superar un cáncer de tiroides y un carcinoma basocelular, ahora protagoniza una campaña para concienciar sobre el melanoma junto al tenista Rafael Nadal y los futbolistas del Real Madrid, todos ellos embajadores de Cantabria Labs. «Cuando me veo junto a estos iconos del deporte me siento súper afortunada de estar con ellos transmitiendo valores de sacrificio y esfuerzo. Es muy chulo porque jugamos un partido donde ganamos la batalla al melanoma», cuenta haciendo el gesto del cero con la mano.
La atleta fue seleccionada como imagen del laboratorio hace cuatro años, cuando acababa de cerrar su duro proceso contra la enfermedad. «Tomo una medicación de por vida. En 2015 me operaron del cáncer de tiroides y, al poco tiempo, vi que tenía una especie de verruga y no lo dejé», recuerda.
Efectivamente, resultó ser un tumor. Ya recuperada, se revisa cada año las manchas y lunares en el dermatólogo para confirmar que no haya nada anómalo: «Ahora me protejo más. Tomo fotoprotección tópica y oral. Desgraciadamente, con el sol o nos pasa algo malo o somos unos inconscientes».
La mayoría, cuando se encuentra bien y se considera sano, no piensa que vaya a tener una afección. Sin embargo, se estima que, cada año, se detectan en España alrededor de 6.179 nuevos casos de este tipo de cáncer que se suele desarrollar en zonas de la piel expuestas al sol y que es la causa de más de 900 decesos anuales. «Los deportistas tenemos más posibilidades de desarrollar un cáncer de piel porque pasamos mucho tiempo al sol, al igual que los que trabajan al aire libre», dice ya recuperada. «Soy quien soy gracias a lo que me pasó. No vivo de puntillas. Soy exigente y no pierdo el tiempo. La gente puede decir que perder los pies es mucho, pero ganar conciencia no es poco. Nunca hubiera resaltado como atleta de otro modo. He conseguido ser paralímpica».
Sara Andrés siempre ha hablado de las bondades de la terapia tras su experiencia, aunque a veces cueste dar con el psicólogo adecuado y toque cambiar de especialista. «Una novedad que ha introducido el Comité Paralímpico desde los JJOO de Tokio 2020 es introducir una psicóloga deportiva. Un avance único en la historia del deporte durante todo el viaje, pues vino con nosotros como uno más», explica. Defiende que se debe entrenar tanto el cuerpo como la mente: «A veces yo misma he estirado mucho la cuerda y necesitas a alguien que te dé consejos desde fuera y te ayude a entender tus emociones y a gestionarlas para salir del hoyo. Lo importante es buscar soluciones, no creer que eres débil. Es normal necesitar un ajuste, como el que va al endocrino o al fisio».
La nutrición también es importante para ella. «Llevo a dieta desde febrero. No la hago todo el año, porque es imposible: no tienes tanta fuerza de voluntad y te vas a cansar. Hay que disfrutar de la vida también».
Pero, como atleta, debe ajustar su peso. Nada de fritos, procesados, grasas y, por supuesto, ni gota de alcohol. Todo medido y controlado hasta julio, que competirá en el Mundial de París. «Cuando tengo que estar fina y fuerte. Es duro porque mis hábitos son estrictos». Come poco, muchas veces y muy sano: «El objetivo es no sentirme llena para no tener digestiones pesadas, y eso fastidia cuando disfrutas como yo. No eres feliz en momentos de tanto sacrificio y renuncia. Por eso cuando acabe el mundial voy a comer todo lo que no está escrito».
Y vuelve a reír.