Un «problema serio» para el ‘nuevo’ PSOE de Juan Espadas
Los escándalos hacen mella en su liderazgo y dan oxígeno a los críticos
«Juan tiene un problema serio». Éste es uno de los comentarios que desde hace un par de días circulan por los grupos de WhatsApp de antiguos dirigentes del PSOE andaluz, aquéllos a los que Juan Espadas arrinconó al poco de hacerse con el control del partido tras derrotar a Susana Díaz en una operación diseñada desde Ferraz e impulsada por
Pedro Sánchez y que esperan el momento, su momento, para pedir cuentas al secretario general.
El escándalo de la supuesta compra de votos en Mojácar (Almería) y, sobre todo, la petición de un juez de Granada al TSJA para que investigue a su número tres, Noel López, por el secuestro de una concejal en Maracena –al parecer para silenciar una denuncia de corrupción urbanística– ha sido un duro golpe para el nuevo PSOE andaluz que trata de encarnar Espadas desde que venció en las primarias de junio de 2021 a la ex presidenta de la Junta y asumió el control de la federación socialista más poderosa.
Y las consecuencias podrían llegar no tanto por los efectos que la sucesión de escándalos en el tramo final de la campaña pueda tener en los resultados de las elecciones del domingo, como por la posición de debilidad en la que queda el máximo responsable del partido en Andalucía, tanto a nivel interno como en su papel de líder de la oposición al gobierno de mayoría absoluta de Juanma Moreno.
El nuevo PSOE-A de Espadas ponía distancia con la antigua corrupción de la etapa de Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Pero escándalos de Mojácar y Maracena vuelven a enturbiar el mensaje y dañan, quién sabe hasta qué punto, la imagen del partido. Ya no es una corrupción del pasado. Ésta, aunque puntual y no sistemática como la de los ERE, es una corrupción de su etapa, de la era Espadas.
En las anteriores elecciones municipales también hubo algunos intentos de manipular el voto, por ejemplo en las localidades sevillanas de Albaida del Aljarafe y Huévar del Aljarafe. Pero supuesto pucherazo de Mojácar impacta de lleno en el proyecto de renovación del PSOE andaluz. Mientras que el secuestro de Maracena salpica directamente al núcleo duro de la dirección que había diseñado Espadas.
Por más que Noel López haya desmentido su vinculación con el secuestro y que desde el PSOE se esté hablando de juego sucio en la campaña electoral, el daño reputacional es innegable y el escándalo hace mella en el liderazgo de Espadas, en cuya consolidación no ha parado de trabajar en estos casi dos años, precisamente porque ha sido uno de sus puntos débiles desde el primer momento. Porque, además, subrayan fuentes socialistas, el puesto que ocupa Noel López como secretario de Organización es de los que elige de forma directa el secretario general.
Ex dirigentes del PSOE-A esperan el momento de la revancha
El ‘caso Maracena’ impacta de lleno en el núcleo duro de Espadas
En el partido no son pocos los que consideran que el efecto electoral de todos estos escándalos no va a ser demasiado grande, a excepción, claro está, de los resultados concretos en Mojácar y Maracena. Pero también es una opinión bastante extendida que la situación es diferente a efectos del funcionamiento del partido. Si el TSJA hace caso al juez instructor, abre una investigación e imputa a Noel López, la autoridad moral de Juan Espadas para controlar al ejecutivo del PP y confrontar dentro y fuera del Parlamento se vería notablemente socavada.
«Todo suma», dicen antiguos dirigentes del PSOE andaluz que esperan a la noche del 28 para tomarse la revancha si los resultados no son buenos y se pierde una parte del enorme poder territorial del PSOE en la comunidad.