Tata Motors descarta España para ubicar su gigafactoría que emplazará en Reino Unido
La inversión supondría la creación de hasta 9.000 puestos de trabajo en Somerset
El grupo indio Tata, propietario de la marca Jaguar Land Rover, levantará su gigafactoría en Reino Unido. El consorcio indio ha desestimado la posibilidad de instalar en Zuera (Zaragoza) una instalación para la producción de baterías para vehículos eléctricos. La multinacional india instalará una gigafactoría en Somerset, según ha podido saber Bloomberg citando a personas familiarizadas con las negociaciones.
La planta sería una gran victoria para Reino Unido, que está tratando de ponerse al día en la carrera mundial para construir capacidad de batería de vehículos eléctricos localmente, vital para los fabricantes de automóviles que dependen de las baterías pesadas que se construyen cerca de sus fábricas de automóviles. Una decisión que se produce tres días después de que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, manifestase que el Gobierno de España “ha estado al lado de Aragón, apostando por que sea aquí donde se instale la próxima fábrica de baterías de Tata Motors”. Calviño confirmó que durante su último viaje a la India estuvo “apoyando a Aragón como candidata con todas las ventajas para convertirse en la sede de la nueva fábrica de gigabaterías del Grupo Tata”, que previsiblemente podría instalarse en Zuera (Zaragoza). Según detalló, “hemos trabajado intensamente y la empresa asiática tendrá su propio calendario para tomar la decisión definitiva”.
El Gobierno concederá subvenciones de cientos de millones de libras, según ha adelantado la BBC. Se trata de una gran inversión para la industria automovilística británica, la cual tan solo tiene una instalación de este tipo en las cercanías de la planta que Nissan tiene en Sunderland. A principios de este año quebró Britishvolt, creada en 2019 y que planeaba construir una gigafactoría de baterías en Reino Unido con una inversión de 3.800 millones de libras (unos 4.340 millones de euros).
La inversión podría suponer la creación de hasta 9.000 puestos de trabajo en la zona de Somerset. Pero su importancia radica en el impulso que dará al sector de la fabricación de automóviles en su transición de la gasolina y el gasóleo a la fabricación de vehículos eléctricos. El Gobierno británico ha sido criticado por carecer de una estrategia industrial clara y por ir a la zaga de Estados Unidos y la UE a la hora de atraer inversiones en tecnologías con bajas emisiones de carbono.