Limitada retribución en depósitos
La banca replica al Gobierno y asegura que pagará más por los depósitos cuando lo exija el cliente y no por presiones políticas
La vicepresidenta Calviño pidió esta semana a la banca retribuir más los depósitos para “remunerar adecuadamente a los españoles”. Unas palabras que han tenido una contundente respuesta por parte de los grandes banqueros, que aseguraron que los depósitos se pagarán cuando el cliente lo exija, no por presiones políticas. Una adecuada réplica que evidencia que son las propias entidades y no el Gobierno los que deben tomar la decisión en función de sus estrategias y la situación del mercado. La gran banca no requiere embarcarse en una guerra por el pasivo. Para empezar, y al contrario de lo ocurrido en la crisis de 2008, los bancos nadan en liquidez de la que, además, obtienen un retorno del 3,5%, que paga el BCE por custodiar dicho exceso de capital. Tampoco debe olvidarse que el número de grandes entidades es menor ahora que antes de la fusión de las cajas de ahorro, lo que reduce la competencia. Pero es que, además de no necesitarlo, la realidad es que los bancos no tienen capacidad para ofrecer una rentabilidad elevada a sus clientes. La razón de ello está en que el sector debe cubrirse del previsible alza de la morosidad originada por las subidas de tipos, y lo hará con la rentabilidad generada por sus carteras de deuda. Estos activos todavía están presos de intereses muy bajos. Y hasta que no se renueven no pueden permitirse remunerar más los depósitos. A ello hay que sumar el impacto negativo del impuestazo y la necesidad de mantener una rentabilidad por encima del 10% para cubrir, como mínimo, el coste del capital. Por todo ello es lógico que los bancos opten por ofrecer otro tipo de productos conservadores, como los fondos, de los que además obtienen jugosas comisiones, abocando a los depósitos a una lenta mejora de su rentabilidad.