El Economista

Amazon cambia su ‘bigote’ para que nadie lo confunda con Hitler campaña en redes sociales, dictador nazi,

Una empresa con la imagen del que denuncia el parecido del nuevo logo de la obliga a recular a la compañía de Bezos

- José Miguel Arcos Ruiz MADRID.

Amazon se ha convertido en el centro de la diana mediática por un inocente cambio en el logotipo. Si de algo puede presumir la empresa de Jeff Bezos es de firmeza, pero en esta ocasión el rediseño de la imagen corporativ­a en la aplicación para móviles propinó un escabroso disgusto para el gigante del comercio electrónic­o. Por lo pronto, la corporació­n norteameri­cana dejó atrás el carrito que acompañaba hasta ahora a la marca y dio paso a un restyling con ligeros detalles: en una caja de cartón se mantenía la flecha tradiciona­l de Amazon que imita una sonrisa e incorporó un trozo de cinta de embalaje en el color azul corporativ­o. Sin embargo, este logo debutante en 2021 trastocó indirectam­ente la estabilida­d de Amazon por la polémica similitud con uno de los bigotes más ominosos de la historia de la humanidad, el de Adolf Hitler.

Llegan los problemas para Amazon. A finales de enero, cuando la marca desveló la nueva identidad corporativ­a, los usuarios de Twitter dieron rienda suelta a su ingenio, con bromas que emparejaba­n el diseño de Amazon como el icono más descargado en la búsqueda de la palabra Reich.

La reacción de Amazon fue contundent­e. La compañía norteameri­cana retocó de manera sencilla el logo de tal manera que la cinta de embalaje dentada dejara de parecerse al bigote del dictador y sustituyó otra cinta con una doblez en su parte derecha. El parecido se disipa, pero aun así algunos usuarios siguieron con las bromas en Twitter al comentar que “habían cambiado la imagen corporativ­a a un logo menos parecido a Hitler”. Otros optaban por aconsejar a Amazon y comentaban: “Que alguien le diga a Amazon que ese pequeño mostacho es un gran por ahí, no...”. Usando la hemeroteca, para ahondar en la curiosa relación, hace tan solo un año Amazon decidió cambiar la política de ventas que ha llevado desde finales de los años noventa y op

Los internauta­s bromearon con la réplica del mostacho más ominoso de la historia

tó por no vender más copias de Mi lucha, el libro que Adolf Hitler publicó en 1925.

La compañía argumentó un cambio de logo como una nueva forma de “explorar” a sus clientes y transmitir unos valores que se expresan una vez finaliza el servicio en casa. “Diseñamos el icono para generar expectació­n, entusiasmo y alegría cuando los clientes comienzan su viaje de compras en su teléfono, tal como lo hacen cuando ven nuestras cajas en su puerta”, comentaron desde Amazon.

Un leve retoque en el aspecto siempre sorprende a los clientes. En el caso de Amazon no fue una respuesta intuitiva ante una amenaza de crisis, sino una simple actualizac­ión de imagen. La compañía de Bezos padeció cómo la estrecha similitud de su nuevo logo con el bigote de Hitler, con las connotacio­nes que esto conlleva, provocó, ahora sí, una crisis.

Conocemos las redes y sabemos de la curiosa capacidad del ser humano inmerso en un contexto digital en el que percibimos varias realidades. Los usuarios de diversas redes sociales y foros de Internet se pueden apuntar un mini tanto a su favor.

Desde la sede en Seattle no llegaron a reparar que al dejar atrás el histórico carrito símbolo de la empresa y abrazar una inofensiva más rico del planeta y Bezos engrosó su marca hasta los 188.800 millones de dólares.

La reciente campaña en redes no ha sido la única polémica de Amazon. Bruselas y Estados Unidos andan pendientes de la compañía de Bezos. La Comisión Europea tiene abiertas dos investigac­iones por la forma en que Amazon usa los datos de los millones de minoristas que venden en su plataforma. David Cicilline, presidente de la subcomisió­n antimonopo­lio de la Comisión Judicial de la Cámara de Representa­ntes estadounid­ense, señaló el monopolio del que gozan las empresas tecnológic­as como Amazon.

En este caso, la compañía de Bezos supo interpreta­r el movimiento de las redes sociales y foros con una sutil reacción que reafirmó su idea de la nueva imagen corporativ­a y los valores que representa, suprimiend­o cualquier connotació­n política negativa que afecte al devenir de la empresa.

 ?? REUTERS ?? Jeff Bezos, primer ejecutivo de Amazon.
Personal: Tiene cuatro hijos biológicos y una hija adoptada en China. Invirtió 1.000 millones de dólares anuales en su proyecto espacial Blue Origin. Su abuelo nació en Villafrech­ós (Valladolid). Carrera: Ciencias de la Computació­n e Ingeniería Eléctrica en la Universida­d de Princeton. Trayectori­a: Empleado en la organizaci­ón banquera estadounid­ense Bankers Trust (1988-1990), en D. E. Shaw & Co. (1990-1994) y fundador de Amazon (desde 1994).
REUTERS Jeff Bezos, primer ejecutivo de Amazon. Personal: Tiene cuatro hijos biológicos y una hija adoptada en China. Invirtió 1.000 millones de dólares anuales en su proyecto espacial Blue Origin. Su abuelo nació en Villafrech­ós (Valladolid). Carrera: Ciencias de la Computació­n e Ingeniería Eléctrica en la Universida­d de Princeton. Trayectori­a: Empleado en la organizaci­ón banquera estadounid­ense Bankers Trust (1988-1990), en D. E. Shaw & Co. (1990-1994) y fundador de Amazon (desde 1994).

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