El nuevo modelo ‘Lean’: por una construcción eficiente
En comparación con otras industrias, creo que el sector de la construcción asume con demasiada normalidad la baja productividad, así como toda una serie de problemas como los sobrecostes
Cuando comencé mi actividad profesional en 1997, desempeñé diferentes roles en casi todas las fases del proceso de construcción, tomando conciencia sobre los problemas crónicos que sufrió el sector en España durante los últimos años del boom inmobiliario.
En comparación con otras industrias, creo que el sector de la construcción asume con demasiada normalidad la baja productividad, así como toda una serie de problemas como los sobrecostes o las entregas fuera de plazo, tal como describo en la guía Lean Construction. Tampoco ayuda el hecho de que los planes educativos universitarios relacionados con la construcción apenas estén empezando a introducir algunos conceptos de este nuevo sistema productivo aplicado a la construcción.
En 2010 el profesor Lauri Koskela, autor conceptual de Lean Construction me invitó a realizar una corta pero intensa estancia académica en su centro de investigación, en la University of Salford, Manchester. A partir de las entrevistas que Koskela me concedió conjuntamente con su equipo pude hacerme una idea bastante clara del alcance de estas metodologías. A la vuelta de este primer encuentro al que le sucedieron otros, decidí dedicarme a tiempo completo a investigar, enseñar, aplicar y divulgar esta metodología de trabajo en España, donde en aquella época casi nadie conocía Lean Construction. Lo primero que le diría a alguien que se acerca a Lean Construction por primera vez es que cuando hablamos de Lean hay que pensar en un sistema de producción, y en la historia de la humanidad ha habido solo tres -producción artesanal, producción en masa y Lean-. Por lo tanto, estamos hablando de una manera completamente diferente de gestionar la industria de la arquitectura, la ingeniería y la construcción. El sector del automóvil fue pionero en esto y la construcción está haciendo una transición lenta, pero con pasos firmes hacia adelante. En el siglo XX se consideraba que los recursos eran ilimitados y relativamente baratos; pero, hoy en día, la escasez y encarecimiento de ciertas materias primas y la necesidad de una optimización de los recursos a niveles mucho más altos que antes pone de manifiesto que Lean Construction no es una elección y terminará aplicándose en la mayoría de empresas.
Para conseguir los objetivos y principios de Lean, existen muchas herramientas, pero quizás una de las más conocidas es la planificación colaborativa y la metodología del Last Planner System, que representa una novedosa y revolucionaria herramienta de gestión y control de la producción en obra que permite controlar la variabilidad, realizar planes más predecibles y gestionar la incertidumbre con mayor eficacia y menor riesgo. Además, cuando combinamos Last Planner System con las ventajas tecnológicas del Building Information Modeling (BIM) y llevamos la gestión Lean a una etapa todavía más temprana
como la contratación, a través del Integrated Project Delivery (IPD), las ventajas son infinitas y apenas estamos empezando a explorarlas. Mc Graw Hill Construction publicó en 2013 un informe según el cual las empresas que estaban usando estas metodologías de gestión reportaron los siguientes beneficios: mayor calidad en la construcción, mayor satisfacción del cliente, incremento de la productividad, reducción de costes, mayor seguridad, mayor cumplimiento de los plazos de entrega y una mejor gestión del riesgo.
De acuerdo con nuestra experiencia, para los subcontratistas este sistema supone un mejor aprovechamiento de sus recursos. La mayoría de subcontratas son pequeñas y tienen escasa experiencia en planificación. Lean Construction les ayuda a organizarse mejor, a identificar los problemas en etapas más tempranas cuando el margen de maniobra es mucho mayor; en conclusión, se asume con normalidad que los errores salgan a la superficie, y esto termina repercutiendo positivamente en su margen de beneficios ya que logran optimizar sus rendimientos.
Si eres un contratista general, además de las ventajas anteriores, tienes el alivio de participar en licitaciones menos agresivas, no solo basadas en el precio, colaborar con el equipo de diseño y una probabilidad más alta de repetir negocios con el cliente. A los técnicos de obra y proyectistas les aporta un mayor control sobre el proyecto, una mayor capacidad de reacción frente a los imprevistos y en general menos probabilidades de tener algún litigio respecto a problemas de calidad, seguridad, plazos o sobrecostes.
Y para el promotor, una mejor gestión del riesgo y una mayor probabilidad de alcanzar los objetivos de plazo y coste. Por lo tanto, el sistema aporta ventajas para todas las partes.
Entonces, si las ventajas son aparentemente tan buenas, ¿por qué no están ya todas las empresas haciendo lo mismo? La aplicación de los principios Lean en la construcción supone un cambio de paradigma muy importante. El sistema requiere grandes cambios culturales, de mentalidad y de transparencia en un sector históricamente muy tradicional, para los cuales muchas empresas todavía no han alcanzado la madurez necesaria. Y aunque no se requiere de inversiones destacables ni de herramientas complejas, es necesario mucho esfuerzo inicial y un elevado compromiso de la dirección y los trabajadores que no todos están dispuestos a asumir.
En España se empezó a divulgar Lean Construction en 2010, y se empezaron a ver experiencias interesantes a partir de 2014. Hoy en día hay un volumen de empresas todavía pequeño, pero suficientemente bueno y consolidado para pensar que el cambio progresivo hacia este modelo de gestión no tiene vuelta atrás. Hemos probado el modelo con empresas del sector de la construcción de todo tipo y tamaño con resultados buenos y esperanzadores, tanto en obra, como en departamentos de estudios y administrativos, así como en estudios de arquitectura e ingeniería.
Como asignatura pendiente destacaría la aplicación de esta metodología en la contratación pública. De momento esta es la mayor dificultad que estamos teniendo y es una de las preguntas que más nos hacen. Y como punto positivo me gustaría destacar que se ha conseguido un amplio apoyo y consenso englobando a Colegios profesionales -Aparejadores, Arquitectos, Caminos, industriales-, Asociaciones Empresariales de constructores, promotores y Fundaciones laborales, tanto a nivel directivo como de mandos intermedios y trabajadores. Y muy particularmente la colaboración del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).
Juan Felipe Pons CEO Think In Lean, arquitecto Técnico y autor de la Guía ‘Lean Construction’ En España se empezó a divulgar ‘Lean Construction’ en 2010, y se empezaron a ver experiencias interesantes a partir de 2014. Hoy en día hay un volumen de empresas todavía pequeño, pero suficientemente bueno y consolidado