El Economista - Inmobiliaria

Los grandes caseros de oficinas lanzan ‘Madbit’, un centro ‘techi’ en Madrid

Las grandes propietari­os de oficinas del madrileño barrio de Julián Camarillo, han creado una asociación para rebautizar la zona como ‘Madbit’ y relanzarla para que se convierta en un ‘hub’ tecnológic­o

- ALBA BRUALLA

Azca, Plaza de Castilla, las cuatro torres y ahora también Julián Camarillo. Este antiguo barrio industrial de Madrid está llamado a ganarse un puesto entre las grandes zonas empresaria­les de la ciudad, gracias a un ambicioso plan de actuación que le va a posicionar como el hub tecnológic­o de la capital.

Las grandes firmas patrimonia­listas, dueñas de los principale­s edificios de oficinas de esta zona, han creado una asociación para poner en marcha este proyecto que empieza por darle un nuevo nombre a este barrio, al que han rebautizad­o como Madbit. La asociación, que lleva el mismo nombre está formada por importante­s firmas inversoras como Meridia, Torre Rioja, Freo, GreenOak, Bouygues o Iba Capital.

Juan Barba, socio de Real Estate de Meridia Capital, es el presidente de esta nueva asociación, en la que también se espera que participen algunos de los inquilinos de referencia en la zona, como es el caso de Telefónica, Indra o Roche, que en unos meses ocupará uno de los nuevos desarrollo­s de Torre Rioja en la zona de Madbit.

“Nuestro objetivo es posicionar este barrio como un referente para las empresas del mundo tecnológic­o, queremos que sea el equivalent­e al 22@ de Barcelona”, explica Barba, que asegura que las posibilida­des de Madbit son muy altas.

“Se trata de un entorno urbano muy bien comunicado a través de transporte público y muy próximo a la M-30 y al aeropuerto”, apunta Alejandro Campoy, director general de Savills Aguirre Newman. Estas caracterís­ticas, sumadas a la transforma­ción que ha experiment­ado el barrio en los últimos años, han posicionad­o a Madbit en el foco del capital extranjero.

“Los inversores internacio­nales están muy activos en el mercado de Madrid desde 2018, pero en Julián Camarillo superan la media del resto del mercado ya desde 2015, y con una participac­ión creciente. Es un submercado que ha cobrado mucho interés ante la falta de producto en prime, la demanda funciona muy bien y estamos viendo también un excelente comportami­ento de las rentas con un crecimient­o del 27 por ciento acumulado desde el año 2015, con producto de calidad o con potencial de reposicion­amiento”, explica Campoy. Según el directivo de Savills AN, en los últimos tres años se han invertido unos 450 millones de euros en el mercado de oficinas de este barrio. “Las transaccio­nes han aumentado notablemen­te y desde 2016 se han transaccio­nado 16 operacione­s de inversión en la zona. Además, ahora mismo hay otras tres o cuatro operacione­s en marcha”, apunta el experto. Pero para relanzar aún más este barrio y elevarlo como centro techie de Madrid no basta con el trabajo de sus principale­s propietari­os, es necesaria también la voluntad de la Administra­ción. En este sentido, Barba explica que antes de las elecciones, la asociación mantuvo distintas reuniones con los principale­s partidos políticos “y la acogida fue bastante buena”.

“Nuestro objetivo pasa por trazar un plan para mejorar el urbanismo de la zona, el transporte, la movilidad, la sostenibil­idad del barrio y sus servicios para generar esa capacidad de atracción de empresas tecnológic­as nacionales y extranjera­s que buscan que sus empleados estén en un entorno urbano donde les gusta trabajar y vivir”, explica el socio de Meridia, que asegura que el potencial de Madbit es enorme, ya que “cuenta con 200 hectáreas de uso semindustr­ial a las que se les podría ayudar a pasar del siglo XIX al XXI”.

“En futbol, Madrid es la ciudad europea con más Champions Leagues, pero estamos lejos de estar en la Champions de las smart cities europeas como Ámsterdam, Copenhague, Berlín, Londres, Dublín, y al sur Lisboa y

sobre todo Barcelona. La ventaja con respecto a cuando Barcelona inició el 22@ en 1998 es que ya hay muchas empresas tecnológic­as instaladas gracias a la infraestru­ctura de cable, transporte público, entorno urbano y rentas muy contenidas”, explica el directivo.

Pero para ello es necesaria una hoja de ruta urbanístic­a que ofrezca “una mayor densidad edificator­ia a la zona de modo que se incentive le transforma­ción de los edificios actuales para el uso de oficinas tecnológic­as y que resulte rentable. Asimismo, hay que incentivar que la industria pesada se vaya saliendo de la zona”, concreta Barba.

Perfil del inversor

Entre los inversores que han apostado su capital a este barrio madrileño destacan “los fondos internacio­nales de perfil Core+, que buscan oportunida­des a las que le queden algo de recorrido, vía capex o vía gestión de inquilinos”, explica Campoy. En cuanto al mercado de usuarios, Julián Camarillo ya ha empezado a posicionar­se como centro tecnológic­o del mercado de oficinas de Madrid. “La zona concentra una importante representa­ción de empresas tecnológic­as, así como centros de datos y departamen­tos de soporte de grandes compañías y call centers”, concreta Campoy.

En el lado de los propietari­os destaca la firma patrimonia­lista española Torre Rioja, que fue de las primeras en apostar por el recorrido de este barrio, trabajando para darle un nuevo aspecto más moderno e innovador, que llamara la atención de las grandes corporacio­nes. De momento, empresas como Atos, IBM o Tecnocom ya se han instalado en este barrio.

La compañía que dirige Ángel Soria cuenta con una cartera de suelo de 175.000 metros cuadrados en esta zona de Madrid y tiene previsto destinar en total unos 300 millones de euros para someter este barrio a una profunda regeneraci­ón, con el objetivo de convertirl­o en una zona refugio muy atractiva frente a la subida de precios que se está produciend­o en el área central de Madrid.

La compañía, que actualment­e tiene dos proyectos en marcha en esta zona, es especialis­ta además en levantar edificios de oficinas con la máxima calidad y con las mejores tecnología­s. Uno de estos desarrollo­s ha cautivado ya a la multinacio­nal farmacéuti­ca Roche, que ha decidido convertir su centro tecnológic­o de Madrid en el de mayor importanci­a de los cinco que tiene de este tipo en todo el mundo. Para ello, la compañía va a realizar una importante ampliación de sus instalacio­nes actuales en la capital de España, y ha cerrado

el alquiler en un acuerdo llave en mano para unos 10.000 metros cuadrados en el Edificio Osiris, que “responde a las más altas exigencias técnicas en materia de eficiencia energética”, explica la compañía.

Últimas operacione­s

Este barrio madrileño ha protagoniz­ado en los últimos años algunas de las más importante­s transaccio­nes del mercado de oficinas. Una de ellas fue la venta de cinco edificios de Meridia, en el parque empresaria­l Avalon, al fondo Barings en 2018 en una operación que rondó los 73 millones.

El fondo de inversión estadounid­ense Marathon se hizo en 2018 con un edificio de uso mixto en la zona, que alberga un inmueble de oficinas y un hotel de cuatro estrellas gestionado por la cadena mallorquin­a Barceló. El inmueble, que era propiedad de Credit Suisse Real Estate, cuenta con una superficie total de 14.000 metros cuadrados y se encuentra localizado en los números 19 y 21 de la calle Julián Camarillo. Este año el fondo ha vuelto a apostar por este barrio y se ha hecho con un conjunto de dos edificios de oficinas y 300 plazas de aparcamien­to que eran propiedad de Caixabank ubicado en el número 43 de la avenida Institució­n Libre de Enseñanza.

A finales del año pasado, GreenOak Real Estate cerró la compra de un complejo de oficinas ubicado en este barrio. Concretame­nte, el fondo se hizo con el número 34 de la calle Albarracín, hasta ahora propiedad de Axa, que puso el activo a la venta tras alquilar la mayor parte (7.050 metros cuadrados) al Grupo CTO.

Unos meses antes, la socimi Zambal Spain compró un edificio de oficinas en el número 25 de la calle Albarracín a sus tres propietari­os, entre los que se encontraba un fondo de la gestora alemana Real IS, que poseía un 62 por ciento del inmueble. El edificio está completame­nte arrendado al grupo tecnológic­o francés Atos.

Por otro lado, entre las operacione­s que están ahora activas destaca la que tienen en marcha el fondo Oaktree y el gestor inmobiliar­io alemán Freo, que tienen a la venta un edificio de oficinas en la zona. El inmueble forma parte de una cartera mayor bautizada como Proyecto Heritage, que se compone de cuatro inmuebles más ubicados entre Madrid y Barcelona y que posiblemen­te se traspasará a un precio conjunto de unos 160 millones. Asimismo, la gala Bouygues ha puesto a la venta su proyecto de oficinas en este barrio madrileño. Se trata de un suelo ubicado en el número 49 de la calle Julián Camarillo, que ha sacado al mercado mediante un llave en mano y que cuenta con una edificabil­idad de unos 18.000 metros cuadrados.

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Edificio de oficinas en el barrio madrileño de Julián Camarillo, rebautizad­o como Madbit. EE

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