Valerio pone de ejemplo el alza en Portugal
Pese al reconocimiento hecho por su secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, sobre el impacto que tendrá en el empleo el alza del 22% del salario mínimo, la ministra española de Trabajo, Magdalena Valerio, destacó ayer que Portugal es un ejemplo de que una fuerte subida para compensar las pérdidas de poder adquisitivo durante la crisis no afecta negativamente al ritmo de creación de empleo. Valerio, desde París, defendió el incremento del 22 % del salario mínimo en España en 2019 promovido por su Gobierno para “erradicar la figura del trabajador pobre”. contempla también la repercusión de ese alza en prestaciones por desempleo y en el “efecto arrastre” que implicará en los salarios superiores al SMI.
Según datos de la Seguridad Social, la mayor parte de los trabajadores con salarios inferiores al SMI está en el régimen
El Gobierno calcula que 1,3 millones de trabajadores notarán este incremento
general, dejando fuera los dos grandes sistemas especiales (empelados de hogar y agrario).
En concreto, se encuentran en actividades como comercio (20%), administrativas y servicios auxiliares (14%), hostelería (10%), otros ser vicios (7,7%), sanitarias y ser vicios sociales (6,8%) y Administración Pública (6,8%).
Por otro lado, el secretario de Estado señaló que los empresarios también deberán tener en cuenta la jerarquía retributiva. “Si a la parte de abajo le pegas una subida del 22%, el de al lado no va a aceptar que le suban el salario solo un 0,2%, por lo que el resto de salarios también se verán impulsados al alza”, ha apostillado.
Preguntado sobre si la aplicación de la subida del 22% del salario mínimo se iba a realizar sobre el conjunto de conceptos salariales o sobre el salario base, Granado ha puesto de relieve que se tiene que garantizar que la suma sea 900 euros. “Es un poco irrelevante que lo cobres en una condición o en otra, porque en cualquier caso lo tienes que cobrar”, añadió, tras afirmar que cree que esto “no dará muchos problemas”.