Cuando los pisos están tan caros que sale mejor una residencia: "Por 100€ más lo hacen todo"
Nada más entrar, a mano dere‐ cha, justo al lado de la recep‐ ción 24 horas, se encuentra la sala de yoga. Unos metros más adelante, la cafetería abierta todo el día, donde se puede coger de un expositor que parece salido de un aero‐ puerto los productos desea‐ dos y pagar con un código QR. Justo enfrente, una sala priva‐ da donde montar fiestas o ter‐ tulias. Al fondo, a mano iz‐ quierda, un gimnasio con má‐ quinas de ejercicio recién es‐ trenadas. Y justo enfrente, otro cuarto de ocio con billar, futbo‐ lín o una Playstation 5, esa consola tan difícil de encon‐ trar, al lado de un cine donde en unas horas se proyectará el partido que enfrenta al Real Madrid y el Bayern de Múnich. Un montón de posadolescen‐ tes arrastran sus maletas por el hall de Livensa Living Ma‐ drid Getafe, pero a pesar de la primera impresión, no se trata de un hotel. Livensa Living Ma‐ drid Getafe es una de las 22 re‐ sidencias de estudiantes con 9.000 camas en total que la cadena ha abierto desde 2018 en diez ciudades españolas, tanto en las grandes capitales como Madrid o Barcelona donde tiene una sede en el fa‐ moso distrito @22 como en Granada, Salamanca, Pamplo‐ na, Málaga o Valencia-. Una fuerte apuesta que resume el interés que el sector PBSA Purpose-Built Student Accom‐ modation, "alojamiento para estudiantes construido con un propósito"- ha generado entre inversores en un sector que mueve alrededor de 1.300 mi‐ llones anuales.
Los precios de la residencia construida a unos metros de la Carlos III oscilan desde los 495 euros por una habitación compartida en régimen de so‐ lo alojamiento a los 1.170 por un estudio premium con kit‐ chenette en pensión completa. "Al final te sale rentable, por‐ que si te pones a mirar precios por aquí, a lo mejor pagas un poco menos, pero por esos 100 o 150 euros de diferencia tienes la tranquilidad de no te‐ ner que cocinar o limpiar la ha‐ bitación", explica Arnau, resi‐ dente a pensión completa y coordinador de estudiantes, cuando se le pregunta por qué se decantó por "vivir la expe‐ riencia Livensa", como reza la página web de la compañía. El joven estudiante de Arqui‐ tectura y Diseño de la Universi‐ dad Rey Juan Carlos se enamoró de "los renders" de la residencia mientras buscaba alojamiento por internet desde su pueblo tarraconense de La Ràpita. "Había muy pocas fo‐ tos, parecía que estaba por es‐ trenar, y eso y el servicio de ca‐ tering es lo que me empujó pa‐ ra adelante", explica. Su rutina suele ser la misma: se levanta pronto y baja al gimnasio "para activarme", desayuna y hace los deberes o los trabajos de clase antes de marcharse al campus. Por la noche, “siem‐ pre te quedas un rato hablando porque hay muchísima gente con gran diversidad cultural”. Arnau, residente a pensión completa en Livensa Living Madrid Getafe. (J. I. R.) Entre un 25 y un 30% de los re‐ sidentes son internacionales. Muchos, estadounidenses, pe‐ ro también canadienses o lati‐ noamericanos. A simple vista, parece uno de esos hoteles re‐ cién inaugurados en las perife‐ rias de las grandes ciudades, pero su director, Fernando Mo‐ rales, discrepa. "El 99% de los que viven aquí no han salido antes de su entorno personal, y aquí experimentan un creci‐ miento personal que no deja de ser la entrada en la vida adulta: la diferencia es que creamos comunidad", advierte el también director de la resi‐ dencia de Aravaca, que retornó a España tras trabajar en el sector hotelero inglés. La residencia alberga más de 300 estudiantes, pero tiene ca‐ pacidad para 401. La mayoría de ellos, como el propio Arnau, estudian en universidades pú‐ blicas como la Universidad Rey Juan Carlos, la Carlos III o la Complutense: desde Liven‐ sa intentan sacudirse de enci‐ ma el sambenito de residencia "para pijos" y recuerdan que, al precio que está la vivienda, no es una alternativa tan cara. Ahí está una de las claves por las que el sector PBSA es tan su‐ culento: en un contexto de en‐ carecimiento de los alquileres, para algunos padres, gastar 1.000 euros en una pensión completa que ofrece determi‐ nadas ventajas y una mayor seguridad no parece ninguna locura.
"España es muy interesante para inversores locales y gran‐ des fondos internacionales" Pocas camas para mucho es‐ tudiante
El informe referencia en el sec‐ tor, publicado por la consultora inmobiliaria JLL el pasado di‐ ciembre, señalaba que en toda España hay 111.420 camas, pero aún existe una hipotética demanda no satisfecha de 482.887. Ese es el primer fac‐ tor de interés, como señala Juan Manuel Pardo, director de Living de JLL España: "Hay una demanda sólida y sosteni‐ da en el tiempo que crece a un mayor ritmo que el número de camas que se están poniendo en el mercado, sobre todo por el incremento de la movilidad de los estudiantes nacionales". Según sus cálculos, 600.000 en toda España para poco más de 100.000 plazas.
"En los últimos cinco años he‐ mos visto un crecimiento pro‐ nunciado de nuevas camas PBSA", añade Pavlina Chan‐ dras, COO de Livensa Living, que prefiere utilizar el término "residencia de nueva genera‐ ción" para diferenciar a estos establecimientos de los viejos colegios mayores. "Tanto Es‐ paña como Portugal son dos países muy interesantes para los inversores locales y los