Georgia aprueba la polémica ley de agentes extranjeros
◎ Una pelea entre diputados obligó a suspender temporalmente el pleno ◎ La norma, similar a la de Rusia, ha salido adelante a pesar de las protestas
MADRID.- El Parlamento de Georgia aprobó ayer la polémica ley de agentes extranjeros, que se ha topado con numerosas protestas por parte de opositores y voces críticas, que consideran que simula una normativa ya existente en Rusia y que vulnera las libertades y derechos de los ciudadanos.
La medida salió adelante finalmente con 84 votos a favor y 30 en contra, tras un pleno que tuvo que ser suspendido durante un breve periodo de tiempo a causa de una pelea entre diputados oficialistas y opositores. Posteriormente, estos últimos anunciaron un “boicot” a las actividades parlamentarias y aseguraron que no participarán en los plenos hasta nuevo aviso.
Mientras, las calles de Tiflis, la capital, volvieron a llenarse de manifestantes contrarios a la medida, que denuncian que esta legislación aleja al país de la senda hacia la integración europea. Así, las autoridades emitieron el nivel rojo de alerta en materia de seguridad en las inmediaciones.
Por su parte, la oficina de la ONU en Georgia expresó su preocupación por la aprobación del texto legislativo y lamentó que “pone en peligro la libertad de expresión y se asamblea e impide el correcto desarrollo de las actividades de la sociedad civil y los medios de comunicación, que son los principales pilares de la democracia en Georgia”. “Esta ley puede impedir a la sociedad civil ofrecer servicios sociales de vital importancia”, señala en un comunicado a través de la red social X. En este sentido, pidió la apertura de una “investigación parcial sobre los casos de violencia e intimidación contra las voces críticas con el Gobierno encabezado por el partido Sueño Georgiano”. “La ONU expresa su compromiso a seguir trabajando con sus socios para construir una Georgia justa e inclusiva”, aclaró.
En mayo, el Alto Comisionado de la ONU, Volker Turk, mostró también su preocupación por el uso de la fuerza de forma “innecesaria” por parte de las fuerzas de seguridad de Georgia contra los manifestantes.
La normativa, llamada Ley de Transparencia de Influencia Extranjera, es similar a la legislación rusa de “agentes extranjeros”, con la que Moscú marca a los críticos contra el Gobierno. La ley obliga a organizaciones, medios de comunicación y entidades similares que reciban al menos un 20 por ciento de su financiación del exterior a registrarse como “agentes que defienden los intereses de fuerzas extranjeras”. En caso de no registrarse serán sujetas a multas cuantiosas. ●