Los niños llevan a los oscenses de viaje por España a través del folclore
El IX Encuentro Nacional de Escuelas José Rodrigo reúne en Huesca a un centenar de bailadores y cantadores de Calahorra, Tardienta y Zamora, con los ‘cecilios’ de anfitriones
HUESCA.- “El folclore es para viajar, para compartir y para convivir”. Esas palabras de Alicia Monaj, presidenta de la Agrupación Folklórica Santa Cecilia, cobraron ayer más protagonismo que nunca en el IX Encuentro Nacional de Escuelas José Rodrigo, con el que se volvió a reconocer “su labor y su forma de enseñar”. Esa manera que él tenía de entender la jota, “sencilla y sin florituras”, se puso en valor en una fiesta que “va por él, por su legado y su recuerdo”, y que tuvo como protagonistas a un centenar de niños y niñas del Grupo Infantil Danzantes de Tardienta, Escuela Municipal de Danza Isidra María Santos de Calahorra, Grupo de Coros y Danzas Doña Urraca de Zamora, y la Escuela de Santa Cecilia.
Organizado por los ‘cecilios’ y el Ayuntamiento oscense, el encuentro llenó la ciudad de colorido, de música y de riqueza cultural, tal y como apuntó la alcaldesa, Lorena Orduna, que acompañada por varios miembros de la Corporación Municipal, recibió en el Salón del Justicia a representantes de todos los grupos, a los que entregó un obsequió y agradeció su visita a una “ciudad milenaria, que respeta sus tradiciones”. Les recordó a los más pequeños que “no hay que olvidar el pasado para mirar al futuro” y la importancia que tiene para ello “creer en la historia, el folclore y la indumentaria”.
Alicia Monaj, que entregó a Lorena Orduna un regalo en nombre de una agrupación que conmemora su 70º aniversario, consideró que “no hay mejor forma de celebrarlo que añadiendo nuevos amigos a esta gran familia”, de la que José Rodrigo, desde donde esté, se sentirá “orgulloso”.
Un pasacalles por Santiago, plaza Lizana, Coso Bajo, Porches de Galicia y Villahermosa, sorprendió a los oscenses. Los niños y niñas ataviados con sus trajes regionales llenaron de alegría el centro de Huesca, y acompañados por la música se dirigieron hasta la plaza López Allué donde tuvo lugar un festival.
Conducido por Jara Expósito y Aída Voces, fue la mejor muestra de que el folclore tiene su futuro asegurado. Sobre el escenario se recordó la figura de José Rodrigo, su trayectoria y sus enseñanzas y en su honor el público congregado en la plaza disfrutó de bailes y danzas de Aragón, La Rioja y Castilla León.
Comenzaron los componentes de la Escuela Municipal de Danza Isidra María Santos, que nació en el año 1956, tras la fundación del Grupo de danzas de Calahorra. Esta escuela es la encargada de formar a los nuevos danzantes, que tienen edades comprendidas entre los 4 y 14 años, y de inculcarles el amor por el folclore riojano, además de ser la fuente renovadora que hace realidad que el Grupo Coletores siga llevando las danzas y jotas riojanas por los escenarios de España.
Ayer en Huesca, los más pequeños interpretaron La fragua. Tras esta danza continuaron con la Jota de Briones, los Quintos de Laguna de Cameros, Jota de Logroño, La Sinda, y se despidieron con la Jota de la Rioja Alta.
La siguiente parada en este viaje folclórico fue Tardienta, con el grupo infantil de Danzantes. Localidad en la que la pastorada, de la que hoy se han suprimido los tradicionales dichos, mezcla el ritmo de baile, el golpe de palos y espadas y el juego trenzado de las cintas.
Formado por dieciséis danzantes, el mayoral y el repatán, además del palanquero, el dance de Tardienta cuenta con 50 miembros entre danzantes adultos, juveniles e infantiles que son los que ayer se vieron sobre el escenario, interpretando cuatro mudanzas, tres de palo, El Duque d’Anjou, La hoja del pino y La Cardelina, y una de palo y espada, La niña.
Antes de finalizar el recorrido en Huesca, los oscenses pudieron admirar el folclore zamorano. El Grupo de Coros y Danzas Doña Urraca nació oficialmente en 1955. Es el más antiguo de Zamora y en su origen estuvo formado por jóvenes trabajadores. Actualmente lo componen estudiantes, y se nutre exclusivamente de su escuela, que cuenta con 290 alumnos.
Centrado en conservar las tradiciones, trabaja de forma incansable por mantener vivo el repertorio, instrumentos, indumentaria, etcétera, siendo en la actualidad uno de los grupos nacionales con mejor cartel, tanto por su vistoso, variado y colorista vestuario, como por la calidad de sus interpretaciones. Algo de lo que dieron muestra ayer con la Jota de Breto de la Ribera, Jota de la araña de Toro, Bolero de Algodre, Charro y Jo